Habiendo tantos tipos de ron en el mundo ¿por qué limitarse a una sola variedad? Si bien es cierto que todos parten de la misma materia prima, la caña de azúcar, hay diferencias en la forma en la que se producen y hasta en el tiempo que reposan antes de llegar a su botella.
Lo mejor de todo es que cada uno tiene un uso determinado para lucir sus magníficas características. La bebida tradicional del Caribe está lista para conocerse a profundidad.
Todos se originaron en las islas del Caribe, sí. Pero esta zona se dividía en colonias de diversos países europeos y aunque desarrollaron más o menos el mismo método de elaboración, España, Francia y Britania delimitan los diferentes tipos de ron.
La base es la misma: la caña de azúcar se desfibra y fermenta para luego destilarse dos veces. Después de eso, ese licor se filtra y añeja para que tome personalidad propia.
El método que utilizan los países de habla hispana para producir su destilado parte de cocer el jugo de caña, convertirlo en melaza y después fermentar; posterior a eso se destila y filtra. Así lo hacen Cuba, Guatemala, Nicaragua o República Dominicana.
El añejamiento sucede en un sistema de soleras: una especie de barricas de roble -pero más pequeñas- que aportan notas a caramelo, humo y especias.
Con este ron prepara un maravilloso mojito cubano, una Cuba Libre o un Daiquirí.
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Haití y la Isla Guadalupe también son productoras de ron pero éstas, por haber sido colonias francesas, siguen otro procedimiento para obtener el ron.
A diferencia del hispano y el británico, la caña de azúcar en el procedimiento francés no se hace melaza sino que parte de la fermentación del jugo en crudo. Esto da como resultados un destilado más potente y menos dulce.
Con este ron prepara un Planteur, que consta de mezclarlo con jugo de frutas, angostura y hielo.
Los ingleses poblaron las islas de Trinidad y Tobago, Jamaica, Martinica, y Barbados y de paso aprovecharon el cultivo de los territorios para hacer el ron a su gusto.
La caña de azúcar se cocina para obtener una melaza obscura que se fermenta, destila y filtra; sin embargo, conserva los tonos mucho más intensos que en los otros dos métodos.
Es añejado en soleras, lo que también acentúa sus aromas a especias.
Con este ron prepara las más ricas piñas coladas.
Tonalidades de este destilado existen una infinidad. Sin embargo, se pueden dividir en tres enormes grupos que más allá de hablar del añejamiento, se refieren a la filtración por la que pasaron antes de embotellarse.
Aunque no lo creas, los rones blancos también pasan algo de tiempo en la solera. Sin embargo, es una etapa fugaz que sólo se realiza para que tome un poco de personalidad antes de ser embotellado.
La filtración en este tipo de rones es la más rigurosa de todas. Se utilizan mallas y carbón activado para limpiar el líquido de todos los pigmentos que se impregnaron de la solera y los colores originales del líquido destilado.
Cuando un ron pasa de uno a doce meses guardado en una solera, adopta los sabores de la madera y un tono ámbar que lo caracteriza.
En algunos casos se deja reposar con botánicos y especias para que también sean parte del sabor integrado y así poder mezclarse mejor.
Generalmente estas variedades de ron no se mezclan y reciben un trato muy similar al whisky o al cognac. El servicio es en copa bola o Glencairn, debe catarse a una temperatura específica y generalmente va muy bien con puros o habanos.
Para que adquiera todas las características que lo hacen valioso, este ron descansa en soleras por tres años o más.