Lo que daríamos por hacer un plan de fin de semana distinto: de esos que incluyen un paseo en bicicleta por un viñedo, rodeados de comida rica, naturaleza y por supuesto, mucha buena vida. Ya habrá tiempo para todo, mientras tanto haz una visita virtual a bodegas de vino.

Aprender todo el arte de la fermentación de la uva desde su cosecha hasta que se sirve en una copa es un privilegio; gracias al turismo, estos espacios que antes se designaban sólo para la industria vitivinícola, ahora están abiertos al público.

De paseo con los sentidos

Foto: Paloma García Castillejos

Vamos a reconocerlo. Los viñedos y bodegas son espacios bellísimos que bien vale la pena conocer pues el buen gusto impera en todos los sentidos. Desde el momento en el que se pone un pie, se siente una cultura distinta: la gente que trabaja en el sector encuentra en la vinicultura una pasión y un estilo de vida.

Ni qué decir del paisaje: la vid, por ser una planta un tanto celosa, demanda muchos cuidados y un efecto colateral de esto es que sus sarmientos y hojas de parra decoran llenas de gracia todo el campo.

En el hemisferio norte -justo donde están los viñedos mexicanos, los españoles, estadounidenses y franceses- abril, mayo y junio son épocas ideales para visitar bodegas; es cuando el campo está más bonito que nunca: las hojas toman un verde brillante y los racimos de uva comienzan el envero, ese momento en el que cambian de color y comienzan a madurar para la vendimia.

El clima ayuda muchísimo, se puede hacer un paseo en bicicleta, a pie y hasta hacer picnics a pie de viña. Es un gran plan de fin de semana.

Entrar en una bodega de vino es una seducción a todos y cada uno de los sentidos. Al llegar, el aroma a fruta fermentada y su combinación con la madera de las barricas dan un presagio del vino que en ellas descansa.

Todo es perfecto, hasta los toneles de acero inoxidables aparecen bonitos estando dentro de una casa productora de vino. En cada punto hay detalles que valen para algo y que hacen la diferencia en la elaboración de cada etiqueta.

Visita virtual a bodegas de vino, un valor agregado

Hay regiones -como las Riojas en España, la Ribera del Duero, la zona de Burdeos, el valle de Napa o el de Guadalupe- cuyo ingreso principal proviene de visitas a sus viñedos.

La actividad de conocer el proceso de elaboración en sitio ha revolucionado la forma de hacer turismo pues es una experiencia que lo tiene todo. Aprender de vino de esta forma es algo que se tiene que hacer por lo menos una vez en la vida.

Hay una ventaja de no poderlo hacer en estos momentos de encierro y es que muchas bodegas que se encuentran del otro lado del Atlántico han abierto sus puertas para visitas virtuales.

¡Así es! Si eres fanático del vino español, hay una bodega que puedes conocer este fin de semana; de esta forma, estarás haciendo enoturismo desde la comodidad de tu casa.

No hay que perder de vista el mejor de los beneficios: conocer la producción de vino en sitio implica que todas tus dudas queden resueltas. No te preocupes, toda la información está disponible para ti.

Estas bodegas abren sus puertas para ti

Cepa 21, Ribera del Duero

Antes de que otra cosa suceda, corre a comprar una botella de este vinazo tinto que combina lo mejor de los sabores de la uva con los aromas a madera y cuero de la barrica. Si te sirve el tip, marida espectacular con una pizza recién hecha porque tiene el cuerpo suficiente como para equilibrar la salsa de tomate y la cremosidad del queso.

La visita comienza desde la carretera así que tendrás oportunidad de ver los viñedos y pararte a imaginar el aroma del campo. ¡Qué imponente es la sala de elaboración! Ahí es donde todo el mosto se fermenta y uniforma para hacer caldos maravillosos.

Mira cómo están armónicamente organizadas las barricas. De ahí, pasa a la sala de catas y aprende un poquito más de la joya que tienes en la mano y que acabas de conocer un poquito más a fondo. Para una visita virtual a bodegas de vino que te hagan aprender y amar el vino, Cepa 21.

Matarromera, Castilla y León

Cuando alguien invierte en una botella de Matarromera lo más seguro es que tenga una experiencia increíble desde que saca el corcho. Esta etiqueta -tan popular en México para celebrar- también abrió las puertas de sus instalaciones durante la emergencia.

El recorrido está en inglés y en español; el formato es como el de Google Maps, así que tiene una interfaz muy amistosa que te permite conocer todos los rincones de la bodega.

Esta casa vitivinícola tiene muchas más etiquetas así que cumplen todos los gustos y bolsillos. Hay algo que permanece constante: la calidad y el apapacho en cada trago.