Llegó el momento de relajarse; de acomodarse en el sillón y buscar algo nuevo para ver en la televisión. Las películas y series de cocina son una gran alternativa pues, además de que enseñan la mejor cara de los ingredientes y los más ricos platillos, muchas de ellas tienen historias que mueven el corazón y agasajan a los sentidos.
Hay de todos los géneros, desde las más ligeras comedias hasta los dramas que muestran realidades crudas de los cocineros y sus ambientes laborales. Nos inclinamos más a las películas de arte pues exhiben a la gastronomía en la más bella de sus formas.
Si eres aficionado del séptimo arte y también de la culinaria, hay algunos títulos que seguramente ya tienes más que dominados e incluso hasta en tu top 10 de favoritas. Estas cinco forman parte de esa colección.
Basada en el libro de Laura Esquivel, esta película de arte ganó varios premios y además fue un parteaguas en toda una generación.
Tita es la menor de tres hermanas que viven tiempos complicados en la Revolución Mexicana y que creció al calor del fogón de su hogar. Por la tradición familiar, está obligada a quedarse soltera para cuidar a su madre y de paso explotar sus habilidades culinarias.
Entre moles, chiles en nogada y codornices en pétalos de rosa se desenvuelve una historia de pasiones y sabores donde sólo las ollas conocen los hervores de sus caldos.
A finales del siglo XIX, Babette llega a Justland, un puerto danés, a casa de dos mujeres víctimas de las tradiciones puristas y religiosas de su entorno para atenderlas y cocinar para ellas.
Lo que nadie sabía era que esta joven era la chef del Cafe Anglais, uno de los restaurantes más emblemáticos de cocina francesa, así que decide derrochar su talento en su nuevo empleo enseñando lo mejor: buen vino, mejor comida, servicio impecable y todo englobado en el placer magistral que provoca la alta cocina.
No, no nos equivocamos poniendo una película animada en la sección de clásicos. Y es que, aunque sea para niños, hay mucha tela gastronómica que cortar en Ratatouille.
Remy sueña con ser un gran chef como su ídolo, Gusteau. El pequeño problema es que… es una rata. Con ayuda de Linguini -un garrotero con mucha suerte- comienza a ponerse manos a la obra para demostrar que no cualquiera puede cocinar pero un buen cocinero puede venir de cualquier lado.
Basada en la historia real de Daniele Mazet-Delpeuch, cocinera del presidente François Mitterrand, quien estuvo al mando de la República Francesa de 1981 a 1995, Los sabores del Palacio es una comedia dramática que de una forma sencilla retrata los problemas burocráticos que cualquier empleado vive al trabajar en un organismo gubernamental, así como las adversidades del mundo laboral.
La encomienda de Hortense de parte de su jefe -el entonces presidente de Francia- es traer lo mejor de Francia al palacio y eso se traduce en ingredientes, técnicas y sabores tradicionales.
Cuando Vianne y su hija Anouk llegan a vivir a un pueblo francés que está muy arraigado a sus costumbres tradicionalistas, es complicado para ellas entender el estilo de vida de su nueva comunidad.
Vianne tiene en sus manos la leyenda del cacao, la cual la ha enseñado a trabajar con él y a hacer auténticas obras de arte con chocolate. Sus creaciones son tan deliciosas que el cura del pueblo las restringe por motivar a los placeres carnales.
En una lucha de poder entre el goce y el deber ser, aparece Roux, un nómada comerciante que se gana la confianza y el corazón de Vianne pese a ser también un renegado social.
Hay veces en las que uno prefiere películas de cocina más relajadas que las que se expresan en el maravilloso -pero a veces denso- cine de arte. Hay para todos y estas opciones son excelentes para desconectarse del mundo y pasar un buen rato.
Kate es la chef de uno de los más afamados restaurantes de San Francisco. Es perfeccionista y obsesiva en su vida laboral y tiene todo bajo control: no puede dejar ni una hoja de perejil fuera de lugar. El problema surge cuando, a causa de un accidente, su hermana fallece y deja a su sobrina bajo su custodia.
Aprender a cuidar a una niña y mantener un restaurante en pie no son cosas sencillas y menos cuando a la ecuación se suma la presión de tener competencia. Nick llegó a trabajar al restaurante y quizás le robe el puesto a Kate… o el corazón.
Una de las mujeres que cambió la forma de hacer cocina a nivel doméstico gracias a sus conocimientos de técnicas francesas adquiridas en Le Cordon Bleu Paris es, sin duda, Julia Child. Uno de sus mejores legados fueron sus recetas de cocina que han dado la vuelta al mundo.
La película la evoca justamente a ella y a Julie, una periodista que se topó con un libro suyo y decidió recrear todas las recetas documentándolas en un blog.
Esta película huele a blanquette de veau pero también a papas fritas y hamburguesas. Es una historia que conecta la cotidianidad con la alta gastronomía.
Esta película nos encanta porque muestra la cara que nadie ve de los restaurantes: ese ambiente en donde la presión destruye vidas y la pasión sale a defender lo mejor de cada uno.
Adam es un chef famoso de París que se dejó llevar por las drogas y el alcohol, justificándose con la presión que implica llevar una restaurante gastronómico.
En aras de recuperar sus estrellas Michelin y su reputación, el chef hará todo lo que esté en sus manos, hasta recuperar su sobriedad.
Se trata de una película romántica que abarca la historia de amor entre dos civilizaciones exquisitas y con culinarias complejas y refinadas que han seducido a los tragones de todo el mundo.
Los protagonistas son un padre y un hijo de la India, y dos mujeres: la propietaria viuda de un gran restaurante y su sous chef. El romance de estas dos parejas estará aderezado con toques de la delicada cultura gastronómica francesa, hoy Patrimonio Intangible de la Humanidad, y las deliciosas especias de la India.
Después de una mala reseña, Carl Casper decide dejar su restaurante de alta gastronomía para dedicarse a algo menos ambicioso pero más enriquecedor: cocinar lo que le gusta.
En su cabeza da vueltas la misma idea: preparar cosas que él mismo pediría en un restaurante y ponerle todo el corazón a una sola receta. Así, emprende junto con su ex esposa un negocio de sándwiches estilo cubano que le dan un cambio fresco a su vida.
La maravilla es que es de esas películas de cocina en donde verdaderamente te antojas de todo lo que se cocina bajo la lente de la cámara.