Es válido buscar formas de hacerse la vida más sencilla y en muchos casos, la tecnología juega a nuestro favor. Ese es el caso de los alimentos en polvo que aunque no lo creas ya hay bastantes más de los que tienes en la cabeza.
Son ingredientes controvertidos y su paso por la industria ha creado discusiones de todos los tipos. Desde la leche -el ejemplo más evidente- hasta polvos que prometen sustituir el acto de comer en el futuro, todos tienen sus ventajas y desventajas.
Uno de los más comunes es el consomé de pollo que, con todo y que es mejor un caldito hecho en casa, resuelve el tema de la sazón de forma eficiente. Tenemos que aceptarlo, el cuadrito ahorra tiempo y esfuerzo además de ser el típico ingrediente que no falta en las casas mexicanas.
Otro de los alimentos que usualmente se encuentra en polvo es la leche y se hace mediante un proceso llamado deshidratación. Aquí habrá que tener cuidado y no confundirla con las fórmulas lácteas que son polvos con compuestos añadidos que sirven para alimentar a bebés y adultos mayores.
Imagínate que incluso el atole ya se puede encontrar en polvo; se trata de fécula de maíz con saborizantes que hacen una bebida bastante similar -aunque no igual de rica, hay que decirlo-.
Por último pero no menos conocido está el chocolate. ¿Quién no disfruta un vaso de licuado bien frío por las mañanas? Las marcas pueden variar y es un gran recuerdo de muchas infancias; incluso hay variaciones en los sabores y ya se pueden encontrar polvos de fresa, vainilla y más.
¿Café soluble? En estricta teoría, también es uno de los alimentos en polvo más socorridos. Éste pasa por un proceso distinto en donde la variedad robusta se liofiliza, es decir, se elimina el agua por medio de cambios de temperatura muy bruscos.
Como te darás cuenta, no son pocos los alimentos en polvo que están en nuestro día a día, hasta el chilito para los esquites -del que no pica y también del que sí- entra aquí; sin embargo, hay algunos que aunque no son tan conocidos sí son bastante útiles y nutritivos.
Conócelos, pruébalos y después los juzgas.
Así como hay especias que pueden ser más efectivas en polvo como la canela o la cúrcuma, los llamados superalimentos también dieron ese salto. Tenemos que aceptarlo, son más fáciles de manipular e incluir en nuestra dieta.
El matcha es un gran ejemplo: es el té verde que viene directamente de la planta camelia sinensis pero está deshidratado y molido. Uno de buena calidad no tendrá azúcar entre sus componentes y está comprobado que sus propiedades antioxidantes se mantienen intactas. Resulta un alimento benéfico para la salud y lo puedes preparar con leche o con agua.
La maca es otro ingrediente que afortunadamente dio el salto para ser un alimento en polvo porque en su forma natural -que es una planta peruana parecida a un rábano- no es tan fácil de conseguir. Aporta carbohidratos, proteínas, fibra y grasas; lo mejor es que al incluirla en los licuados no se altera el sabor.
La espirulina es un alga que crece en lagos alcalinos, por lo que no contiene yodo así que básicamente no tiene contraindicaciones. Es una gran fuente de clorofila, un transporte de oxígeno en el cuerpo, de vitaminas y ácido fólico.
La puedes incorporar a tus bowls o espolvorear en tus alimentos.
Si ya existe la leche en polvo, nada impedía que los más curiosos desarrollarán yogurt en la misma condición. En México ya hay una marca que, aunque va comenzando, pone esta novedad a tu alcance.
La intención de quienes desarrollaron este producto fue crear un alimento que cumpliera con los mismos -o hasta más- requisitos nutrimentales de un yogurt líquido y que pudiera prescindir de refrigeración. De esta forma, su vida de anaquel será más larga y es una solución para aquellas personas que no cuentan con ningún método de refrigeración.
Por cada mililitro de Glugurt hay un millón de lactobacilos; imagínate el cambio para bien que tendrá tu sistema digestivo. Además no contiene grasa, tiene 8 gramos de proteína y se prepara diluyéndolo en agua.
Hasta el momento se puede encontrar en cuatro sabores: moras, durazno, fresa y nuez. No está de más hacer la prueba.
En 2014, un informático creó un suplemento alimenticio en Silicon Valley, una región estadounidense conocida por ser la meca del desarrollo tecnológico.
La historia de este joven de 25 años llamado Rob Rhinehart es peculiar ya que en su intento de desarrollar una app que revolucionaría el mundo notó que entre sus mayores gastos de dinero y tiempo estaba la comida, así que se aventuró a crear Soylent.
Se trata de un polvo que se disuelve en agua y contiene todas las proteínas, vitaminas, minerales y sales que el cuerpo necesita; de hecho, no le brinda absolutamente ninguno que no sea necesario.
Sí, suena a historia de Black Mirror, tan futurista que su creador la probó en él mismo y aseguró que no solo había perdido peso por tener una dieta basada únicamente en líquidos, también habían mejorado sus hábitos de sueño y tenía más concentración para el trabajo.
Sin duda este invento despertó opiniones encontradas ya que ¿quién en su sano juicio estaría dispuesto a prescindir del placer que resulta comer?
Para las personas sumamente ocupadas como él resultó una gran solución, además de que sus salidas al súper, que significaban un desperdicio de tiempo, se redujeron.
El asunto escaló tanto que incluso la Agencia de Alimentación y Alimentos de Estados Unidos (FDA por sus siglas en inglés) estudió el caso y aseguró que aún no disponían de información de ningún producto que pudiera suponer el reemplazo de los alimentos para siempre.
Otro de los debates fue el uso del sistema digestivo que comienza en la boca. Los dientes, lengua y todos los tejidos dentro de la cavidad oral tiene como función principal la alimentación. Ahí se encuentran dos de los músculos más fuertes de todo el cuerpo: la lengua y el masetero que es el que permite los movimientos de apertura y cierre.
Soylent es uno de los alimentos en polvo que aún no están aprobados con todas las legislaciones necesarias para ser distribuido mundialmente pero es un producto que no podemos perder de vista. ¿Te animarías a probarlo?
Si tienes hijos sabrás el reto que puede significar la hora de la comida y más si hablamos de sabores como el de las verduras. Para solucionar esto existe la posibilidad de comerlas como alimentos en polvo y así obtener sus nutrientes sin tener que someterse al ingrediente per sé.
Es un proceso que incluso puede hacerse en casa ya que es completamente natural y no es nada difícil. Consiste en recortar las verduras en láminas y ponerlas a deshidratar al sol. Una vez que secas se muelen -preferentemente con aspas similares a la de los molinos de café- para que tengan una mejor textura y listo.