Sabemos que es una primera necesidad y más ante épocas de pánico; sin embargo, hay que aprovechar todo lo que hay a la mano y un gran ejemplo es poder purificar agua de la llave. Hay varias formas de hacerlo y todas son muy accesibles.
Cabe aclarar que existe una Norma Oficial Mexicana publicada en 1999 (NOM-181-SSA1-1998) en donde se especifican los requisitos de los germicidas para el tratamiento de agua tipo doméstico. Estas sustancias destruyen microorganismos para que no haya lugar a enfermedades.
Entre algunos germicidas que conocemos están el cloro, yodo, el alcohol y los cresoles, estos últimos particularmente de moda por su marca comercial.
Ninguno debe usarse sin saber exactamente cómo funcionan; mientras algunos sirven para el contacto humano, otros son mejores para limpiar superficies y también hay soluciones específicas para purificar líquidos.
Lo más importante es saber para qué sirve cada uno y cómo utilizarlos de forma correcta para no poner en riesgo la salud. Recuerda que entre más información conozcas, habrán menos riesgos.
Te recomendamos que si el agua que tratas de purificar tiene sólidos o está bastante turbia primero la filtres para que los germicidas actúen más rápido.
IMPORTANTE: utilizar más cantidad de las que se recomiendan no va a lograr agua más pura sino todo lo contrario.
Santiago Morales es un hidrólogo de la Universidad Autónoma de Querétaro y si bien menciona que hervir el agua ayuda a purificarla debemos hacerlo correctamente para que sea efectivo.
Se tiene que hervir durante cinco minutos a una temperatura de 120 grados centígrados constante.
¿No tienes termómetro para medir esa temperatura? No te preocupes, las burbujas que se forman deben tener el tamaño de una canica.
Esto elimina el 99.9 por ciento de los contaminantes. Pasados los 5 minutos esa agua está lista para beberse.
Cuando la dejes enfriar asegúrate de que el recipiente u olla estén tapados.
Si nunca has escuchado sobre este elemento, te platicamos que sirve para tratamientos de hipertiroidismo pero también es un gran germicida.
Puedes encontrarla en presentaciones de gotero o pastillas y se venden principalmente en supermercados y farmacias. Hay de varios precios pero normalmente no superan los 200 pesos.
Para la purificación con gotero se usan de 5 a 10 gotas por litro si el yodo está al 2%, se revuelve y se deja reposar el agua al menos 30 minutos.
Con pastillas normalmente cada fabricante indica las instrucciones, sin embargo, el método general colocar la pastilla en la cantidad de agua indicada, dejar reposar hasta que esté completamente disuelta.
Al usar yodo para purificar agua se recomienda que esta no esté a menos de 5°C.
Tal vez uno de los métodos más utilizados para purificar agua es usando cloro. Esta sustancia -a diferencia del yodo- es más accesible y económica ya que es un producto de uso común.
Para que suceda la magia hay que agregar dos gotas por cada litro de agua y procurar que no sean más de cinco al mismo tiempo. Una vez añadido el cloro hay que agitar, tapar bien el recipiente y dejar reposar al menos una hora.
Ante un resfriado, enfermedades gastrointestinales y en general una buena hidratación es fundamental tener agua inocua.
Ahora que tienes agua suficiente prepara alguna de estas recetas para fortalecer tu sistema inmunológico. Todas son deliciosas y beberlas es una forma fácil y rápida de protegerte ante enfermedades.