Una base con láminas de masa que tiene sabor increíble a mantequilla y queda perfecta tanto en preparaciones dulces como saladas no puede ser otra cosa que pasta de hojaldre.
Lograr el pay perfecto o incluso algunas piezas de pan es posible si dominas el arte de prepararla en casa. Tiene su chiste saberla hacer, pero con estos tips te va a quedar perfecta y podrás utilizarla en más cosas de las que crees.
Algo maravilloso que sucede cuando al morder lo que sea que esté preparado con pasta de hojaldre es esa sensación laminada y crujiente que nos vuelve locos.
La cosa no para ahí, el sabor a mantequilla, algunas notas dulces y saladas completan el camino al Olimpo.
En la cocina francesa clásica hay millones de recetas de pastas diferentes. Que si la choux para hacer éclairs; que si la masa quebrada para las tartas; la danesa que hace los increíbles croissants… Los chefs pasteleros no perdieron el tiempo para ponerse creativos.
Pero hay una que sobresale entre todas y es la pasta de hojaldre. No precisamente por ser la más sencilla pero definitivamente sí por ser un primer acercamiento al cielo.
Su preparación es larga y todo el secreto está en el manejo de la temperatura.
Sólo usa tres ingredientes básicos (harina, sal y agua) y después se estira para incluir a la reina mantequilla, envolverla y así formar las capas.
¿Cómo que envolverla para hacer capas? Sí. Un bloque de mantequilla de aproximadamente medio centímetro de espesor es abrazada por la masa y estirada varias veces -llamadas vueltas- para llegar a la consistencia ideal.
Ojo aquí. Las vueltas implican doblar la masa estirada en forma de cartera y estirar siempre por el mismo lado con espacios de refrigeración entra cada una. Es complejo pero no tanto como se escucha.
Entre más vueltas tenga serán más láminas aunque no te emociones: a partir de la tercera se comenzarán a perder a reserva de que lo hagas con mucha más mantequilla.
La pasta de hojaldre es una increíble base para pastes y aguanta muy bien cuando la quieres rellenar. Por ese motivo es el esqueleto de la empanada gallega (mejor conocida como hojaldre de atún) o hay quien la utiliza para pays, quiches y tartas.
Si le vas más a los dulces puedes hacer increíbles orejitas espolvoreando algo de azúcar encima, banderillas o el tradicional pastel mil hojas.
¿Buscas algo rápido y ya tienes tu pasta de hojaldre lista? Prueba envolver espárragos con tocino y una tira de tu masa favorita y hornea durante 15 minutos. Se vuelven una botana adictiva o la guarnición perfecta.
Si quieres un bocadillo cumplidor seguro puedes utilizarla para hacer volovanes. Sólo haz dos trozos del mismo tamaño y haz un agujero en uno. Con yema de huevo pégalos y hornea.
Si eres carnívoro de corazón te tenemos buenas noticias. El Filete Wellington es un platillo que puedes preparar con pasta de hojaldre y hay pocas cosas que quedan tan ricas y lucidoras como esta receta.
¡Te amamos, hojaldre!