Comensal, los catalanes del Parque Lincoln

Por Animal Gourmet

Comensal es el nuevo de la cuadra, o más bien, el nuevo del parque. Cerca del muy concurrido Parque Lincoln, por comensales y paseantes en busca de una fría cerveza y una buena comida, Comensal privilegia la comida sobre el ambiente y, es justo decirlo, suele estar muy animado.

La propuesta mediterránea contemporánea que nos ofrece el premiado chef catalán Albert Balaguer incluye desde tapas españolas, pinchos o chupitos, hasta especialidades más elaboradas y platos principales como arroces y rissottos o un muy bien cocinado cerdo que vale la pena probar.

El arroz caldoso es insuperable; los mejillones perfectos y las verduras indicadas. // Foto: Animal Gourmet.

Tenemos una debilidad particular por el arroz caldoso, incluso creemos que hacemos uno muy bueno, pero honor a quien honor merece: el de Comensal, señores, es espectacular. Los mejillones perfectos, las verduras indicadas, el sazón de un buen sofrito español y el arroz bomba cocido al punto.

Los huevos rotos que pedimos para compartir al centro con jamón nos gustaron porque los sirven sobre papa paja que los hace diferentes y sabrosos.

La decoración no dejó de lado ni un solo detalle y aunque el interior del lugar está realmente muy bien puesto, la terraza es encantadora y creemos que es el mejor sitio para sentarse en una tarde soleada.

El lugar es atractivo para comer en familia los fines de semana, culminando con el clásico helado de Roxy en el parque (o la crepa de Nutella en el café Europa vecino de la heladería) y también gran alternativa para una de esas comidas típicas de amigos que se alargan por la tarde, o hasta para un pre-copeo antes de iniciar la vida nocturna que la zona ofrece.

Comensal tiene además una estudiada barra de Gin Tonics digna de conocedores y destaca la oferta de sus ginebras premium y aguas tónicas del mundo, una razón más para venir a este lugar. La barra tiene vista a la cocina, especialmente divertida para los que gustan de ver todo el proceso de los platillos.

Lo que sin duda nos ganó fue cuando en la barra escogimos ginebra, tónica y la prepararon, sin dudar, con cuchara bailarina. Eso es para conocedores.