Nayarit es un estado cuya ubicación geográfica privilegiada juega con todo a su favor. Con producción de ingredientes muy preciados en la gastronomía nacional como el maíz, la caña y el café, se aprovecha todo para elaborar delicias como tejuino, postres y pan.
Muchos de estos productos son el estandarte de las fiestas patronales y también hay algunos que se exportan. Son tan tradicionales que crean un vínculo incluso con paisanos que dejaron su tierra y de este modo llegan hasta Estados Unidos.
Mucha de la gastronomía nayarita comparte identidades con estados vecinos como Colima y Jalisco. Lo que nos encanta son las interpretaciones distintas de panes, dulces y bebidas que nos hacen suspirar.
La familia Chávez prepara rosquetes en Jala, uno de los Pueblos Mágicos de Nayarit y también es llamado pan de boda.
La base es el tequesquite, una sal compuesta por varios minerales que aparece durante la época de sequía en lagunas y lagos. Era utilizada como sazonador en la época prehispánica y hoy sigue vigente en el occidente mexicano.
Su presentación original es en bloque, sin embargo, para elaborar los rosquetes primero se debe moler. Otros ingredientes son huevo, vino blanco y tequila.
Para darle el último toque se glasean para darles su apariencia característica. Se comen principalmente en Semana Santa, bodas y ferias locales.
La bizcotela es un pan suave parecido a un panqué hecho con huevo y harina que se cocina en horno de leña.
También son una tradición del pueblo de Jala. Su sabor es muy dulce porque lleva azúcar de caña en su preparación.
La textura se la deben a las claras de huevo, que se montan para después añadirles harina y el endulzante natural. Para decorar y agregar sabor se coronan con ajonjolí.
Se tiene la creencia que cuando una persona con “mala vibra” prepara la mezcla de ingredientes, el pan no se esponjará como es debido al hornearse.
Estos panes son tal vez el postre más preciado de Nayarit en la zona de la sierra. Al cultivar maíz en casi toda su extensión, las preparaciones a base de éste nunca faltarán en el estado. Las gorditas son más bien una especie de galleta con textura arenosa y un sabor muy particular.
Hay quienes conocen la receta original y son muy celosos al compartirla; por otro lado, quienes la transmiten de generación en generación no tienen miedo de hacerlo con tal de que siga viva la tradición.
Se preparan con huevo, manteca, azúcar de caña, piloncillo, canela, polvo para hornear y por supuesto el maíz. Las encontrarás prácticamente en cualquier tienda de los municipios del centro del estado.
Si quieres probar unas buenas nieves de garrafa en Nayarit, sin duda debes ir a Ixtlán del Río; alrededor del quiosco del centro hay muchos lugares donde puedes encontrarlas.
Surgieron por ahí de 1938 y los primeros dos negocios fueron El Río y Nevería el Nilo. Los señores Don José Guadalupe Ruiz y Jesús Peña Morales fueron quienes instruyeron a sus descendientes con las preparaciones y los sabores.
Uno de los más tradicionales es el de vainilla pero también hay sabores más exóticos y locales como la yuca o el nanche.
Los raspados en Nayarit simplemente no tienen comparación y mucho menos si hablamos de los del Manantial. Si has probado las glorias del Puerto de Veracruz, tal vez encuentras similitudes aunque definitivamente no son lo mismo.
Igual que en todos lados, el procedimiento inicial es el mismo: raspan el hielo y lo sirven en un vaso; lo que los hace únicos y diferentes son los jarabes que utilizan para darles sabor.
Todos, absolutamente todos los sabores llevan una enorme cantidad de fruta natural; es más, en algunos casos llega a parecer una mermelada.
Te recomendamos que pruebes el de piña con coco o el de fresa con nuez, son sencillamente de los mejores raspados que probarás en tu vida.
En 1922, dos personas emprendedoras pusieron una carreta para hacerse de dinerito con lo que sabían hacer: dulces típicos. Los Dulces de la Carreta se volvieron una tradición en Ixtlán del Río hasta la fecha.
Aunque ahora ya hay varios puestos en los alrededores del quiosco del centro, todos tienen una cosa en común: la preparación de los dulces. Se lo toman tan en serio que cada vendedor los prepara a mano y de forma artesanal.
Podemos encontrar jamoncillos, ates y un rollo de guayaba que curiosamente venden en bloque y no en su tradicional forma cilíndrica.
La barra de coco y los cacahuates garapiñados merecen una mención especial ya que están hechos en su totalidad con ingredientes de la región.
El tejuino es una bebida tradicional en Nayarit; dicen que si no te tomaste un vaso de esta preparación, básicamente no fuiste.
Para los seguidores de las bebidas fermentadas -ahora que están de moda- esta bebida les va a gustar y es más antigua de lo que aparenta; la este proceso existe hace siglos en alimentos y sí, es bastante provechoso para el tránsito intestinal.
Los ingredientes que utilizan son hielo raspado, sal, bicarbonato de sodio, limón y maíz. Éste último es el protagonista; se deja fermentando al menos un año y por lo fuerte del sabor que adquiere se transforma en masa una vez concluido su proceso.
Tiene un sabor intenso pero refrescante y también es tradicional en Colima y otros estados del occidente.
Nayarit tiene bastantes sabores que vale la pena conocer por la intensidad con la que trabajan sus ingredientes. No te quedes con las ganas de probar que no te vas a arrepentir.