No es difícil sentir amor a la cocina de Acapulco ni al puerto mismo una vez que se prueban los sabores, aromas y texturas que ofrece su tradición gastronómica.
Para el chef Jorge Pereiro, cabeza del restaurante Elcano, el vínculo es tal que dejó San Sebastián, su natal, para enriquecer los fogones guerrerenses.
Uno de los emblemas de la playa Icacos es una terraza en tonos azules que se deja ver desde el mar; es ahí donde Jorge, donostiarra de nacimiento pero acapulqueño por decisión, ofrece una de las mejores opciones para comer español y mexicano.
Jorge Pereiro nació en un lugar bastante similar al puerto de Acapulco. San Sebastián, en el País Vasco, es un paraíso gastronómico donde la playa marca la pauta para la creación culinaria.
La capital gastronómica por excelencia ha dado al mundo muchas mentes creativas e inquietas que encuentran en otras latitudes del mundo, la forma de transmitir amor a través de platillos y sabores que crean.
Jorge llegó hace aproximadamente 25 años a los fogones del Hotel Elcano. Fue por iniciativa de Juan Mari Arzak (una de las figuras más importantes de la gastronomía española contemporánea) que se embarcó en una aventura que le duraría toda la vida.
Desde entonces, la cocina española tiene un lugar en Acapulco. Jorge y su equipo se han esmerado en preparar platillos muy ‘de allá’ con los productos y toques ‘de acá’.
Elcano es una referencia del Acapulco clásico, ese que no necesita mayor producción para demostrar lo bonito que es. Desde los años 50 es un lugar donde los vacacionistas pasan sus veranos y siempre se ha distinguido por la buena cocina que ofrece.
La carta del restaurante es un homenaje al mestizaje cultural donde ceviches, cocteles, croquetas y paella coexisten creando todo un mundo de posibilidades gastronómicas.
Para empezar, te recomendamos que pidas una mesa con vista al mar y algún coctel clásico o el refresco de limón tradicional del puerto. Una vez instalado, deja que la magia llegue a ti.
Croquetas de jamón ibérico, silios rebozados o calamares a la romana son excelentes opciones para abrir boca. La técnica para freír es tan buena que no se perciben grasosas ni pesadas ninguna de las opciones.
Si tu antojo va por algo más fresco pide las tostadas de camarón con mango, cebollita morada y guacamole. Otra alternativa espectacular es el pulpo a la gallega: perfectamente bien cocinado y en el punto de sazón exacto entre el pimentón, el aceite de oliva y la sal de grano.
No hay nada más fresco que un gazpacho y en Elcano lo tienen muy claro. La receta lleva jitomates, pimiento, pepino, cebolla y un poco de pan para dar cuerpo. Se aliña con vinagre de sidra y aceite de oliva para dar el equilibrio a todos los ingredientes.
Podrías tener una comida completa tan sólo con las opciones de entrantes, sin embargo, te recomendamos administrar tu hambre pues los platos fuertes son dignos de todo recuerdo.
La paella de Elcano tiene fama de ser una de las mejores del Puerto. La receta es justo como nos gusta: arroz aromatizado con azafrán, chorizo, mariscos y carne de cerdo. La porción es muy abundante así que puedes compartir para probar de todo.
Un pescado fresco, original y perfectamente bien cocinado te espera si pides el extraviado en salsa de tinta de calamar.
Viene además con un risotto que explota en tu boca al combinarlo con todo lo demás. En la costra encontrarás frutos secos y ajo, haciéndolo un platillo redondo, equilibrado y muy especial.
El bacalao es un pescado por demás fuerte: en México estamos acostumbrados a conseguirlo salado y no siempre es tan sencillo encontrar personas que logren resaltar el verdadero sabor de su carne.
La empanada de bacalao cocinado con tomate, aceitunas y pimientos saca lo mejor de esta especie. El sabor es tan delicado que habla por sí mismo de la cautela con la que el chef, junto a su equipo de cocina, trabaja los ingredientes y domina las técnicas culinarias.
No hay manera de terminar una comida de este tipo sin un postre que le haga justicia a la cocina dulce. Opciones hay muchas, sin embargo te recomendamos optar por lo fresco y lo original.
Una alternativa es el helado de coco que viene servido con reducción de jamaica y nueces garapiñadas. Acidez, dulzor, frescura; todo en un mismo bocado.
No tiene desperdicio tampoco el pastel de manzana. Se trata de un bizcocho aromatizado con cubos de fruta y canela que te hará dejar el plato limpio. Si eres más de chocolate te recomendamos la mousse que viene acompañada de un trozo de galleta y moras para refrescar.
Después del manjar pide un digestivo, sigue contemplando la playa y disfruta la vista de una de las bahías más populares México.