Animal Gourmet tuvo una plática bastante interesante con un destacado nutriólogo sobre la leche. La charla desmitificó algunas creencias erróneas sobre la leche de vaca y nos sugirió sustituirla con alternativas igual de buenas para aquellos que quieran eliminarla de su dieta.

La conversación comenzó cuando hablábamos de la arraigada costumbre que tenemos los mexicanos de tomar leche todos los días y la fama que tiene ésta de ser muy sana, muy nutritiva y casi indispensable para el desarrollo, el crecimiento y la salud. Su respuesta fue contundente: “La lecha de vaca si es indispensable. Es indispensable para los becerros antes de que les salgan los dientes y puedan consumir sólidos”, afirmó nuestro amigo nutriólogo.

Entre risas nos contó que esta creencia viene de décadas atrás cuando no se tenía claridad sobre los elementos que contenía la leche de vaca como la caseína (una proteína que se encuentra en la leche y sus derivados) que si bien es buena para los huesos, no necesariamente es saludable para el estómago humano pero sí muy apta para digerirse en el estómago de un becerro.

La leche de vaca sin lugar a dudas está llena de nutrientes, sin embargo, al pasteurizarla pierde gran parte de ellos y es cuando los minerales, las encimas o las vitaminas son adicionadas al la leche, pero por medios externos.

¿Y el calcio de la leche de vaca? Pues resulta que los higos, una sardina o un puñito de almendras tienen mucho mas calcio que un vaso de leche de vaca… y no se diga los camarones, la soya o el pulpo. Así pues, más vale ir abriendo el horizonte para conocer otras alternativas a la leche de vaca cuyos nutrientes pueden ser igual o más importantes.

Y para los que no perdonan un plato de granola, o ese chorrito mágico dentro de cualquier taza de café, les proponemos algunas opciones para que sustituyen a la leche de vaca. Cada quien tomará decisiones respecto de sabor, consistencia, salud o gusto.

Leche de soya

Es de sabor muy agradable y comúnmente se combina con frutas, cereales o chocolate. Es muy rica en calcio, magnesio, vitamina B6, fósforo y ácido fólico, entre otros nutrientes esenciales. Se pueden preparar postres, panes, helados de la misma manera que se hacen con leche de vaca con la ventaja de que no contiene lactosa, azúcar ni colesterol.

Leche de almendras

Otra de las leches vegetales que muy buena  y nutritiva. Contiene calcio, potasio, hierro, fósforo y es rica en vitaminas. Se puede elaborar de forma casera remojando las almendras peladas toda la noche y al día siguiente, escurriéndolas y licuándolas con agua limpia para después separar la pulpa del líquido. Se puede endulzar con un poco de miel. Las versiones orgánicas de los supermercados son deliciosas.

Leche de coco

No es lo mismo que el agua de coco. La leche de coco es una bebida energética y muy rica en minerales, vitaminas y fibra. Se extrae de la misma manera que la leche de almendras, exprimiendo la pulpa del coco y añadiendo agua. Es tan saludable  que se utiliza para desparasitar, en la prevención y tratamiento de artritis, y por supuesto en las dietas de personas intolerantes a la lactosa. Es buenísima para cocinar sopas y currys.

Leche de arroz

Esta leche la obtenemos moliendo y filtrando granos de arroz integral. Es estupenda opción para los que padecen alergia a la leche animal o a los frutos secos. La podemos encontrar en cualquier supermercado y es excelente alternativa para dejar de tomar leche de vaca, sobre todo en los niños que padecen infecciones respiratorias.