Hay distintos métodos para alargar la vida de nuestra comida y echamos mano de ello cada vez que lo necesitamos. Congelar y calentar alimentos muchas veces puede ser la solución e incluso curarlos, pero ¿qué pasa con sus nutrientes?
Es muy importante que tengas claro que tanto para calentar como para congelar cualquier cosa hay que seguir ciertas reglas básicas para mantener sus propiedades lo más intacto posible.
Uno de los métodos de conservación más eficientes pues es la que menos daña las calidades organolépticas de los alimentos.
Es muy importante que sepas que no se recomienda descongelar y volver a congelar.
Hay alimentos como el melón que tiene un 80% de agua en su composición, por lo que al descongelarse formarán cristales que rompen la fibra y hacen que la textura quede muy dañada.
También hay alimentos que pueden estar hasta un año congelados mientras que otros conservan mejor sus propiedades organolépticas si se congelan menos tiempo.
Cuando las frutas o verduras son sometidas a un proceso de blanqueado -cocerlas en agua hirviendo- sí pueden sufrir cambios nutricionales.
La vitamina C, algunas variedades del complejo B y el ácido fólico son los nutrientes que se pueden perder con facilidad en este proceso. Esto sucede porque son partículas volátiles que se evaporan incluso a temperatura ambiente
¿A qué vamos con esto? Que estos tres nutrientes se pierden en los alimentos rápidamente aunque no se blanqueen ni congelen.
En la carne y el pescado no hay ningún cambio al congelarse así que puedes estar tranquilo. El mejor consejo para estos es descongelarlos lentamente para conservarlos intactos a como estaban antes de someterlos al frío.
La mejor manera de hacerlo requiere tiempo. Después del congelador se recomienda pasarlo al refrigerador para que vaya ganando temperatura y cuando ya no tenga hielo, será apto para cocinarlo.
Hay alimentos que al calentar y consumir nos dan más nutrientes, tal es el caso de las palomitas de maíz.
Este alimento tiene muy poca concentración de agua, por lo que su composición conserva unos antioxidantes llamados polifenoles.
A lo largo de los años y el interés en los antioxidantes se han concluido beneficios para la salud en diferentes estudios.
También está la falsa creencia de que calentar comida en microondas acaba con los nutrientes, esta afirmación no es específica de esta herramienta.
Los alimentos pueden perder sus nutrientes sea cual sea la manera de cocinarlos ya sea hervidos y hasta fritos. Esto sucede porque sus nutrientes se quedan en el agua y pocas veces la aprovechamos.
Hay algunos consejos básicos para que evites la pérdida de nutrientes en tus alimentos al cocinarlos: