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El figón, un poema patriótico y goloso

Por Animal Gourmet

¡Alegría, alegría

del jarro de horchata y el vaso de chia!

¡Alegría de las pechugas

de los pollos, dorados

entre verdes lechugas!

Alegría de los pulques curados

verdes como la savia y almendrados

y teñidos con tuna solferina…

 

Quien apura esos vinos

con perfumes de flores,

su patriotismo magnifica y siente

que ha bebido banderas tricolores

y el águila, el nopal y aun la serpiente…

 

Alegría de las enchiladas

en el platón, azul y blanco, de la China.

 

¡Júbilo del pescado en escabeche!

¡Delicia de los moles

que guisan las mestizas de Campeche

y en Puebla de los Ángeles, las Choles!

Alegría de los moles suculentos

verdes y prietos y el colorado

en cuyo adobo brilla reflejado

todo feliz advenimiento

y el áureo aljófar del ajonjolí

nebulosa del hondo fimamento…

 

¡Como en un marco del color

auribermejo del carey,

aún reflejas rendidos a tu ley,

oh guiso superior,

al Indio Emperador

y al hispano Virrey!

 

¡Júbilo de los chiles en nogada

donde brillantes granos de rubí

y granate desgrana la granada!

 

Los dulces de alfeñique,

regalo del convento al Virrey—

do la gragea rizó un Agnus Dei

como un dedo meñique…

Dulces de coral y marfil

yema y mostachones y el alfajor aquel

como la cera blanco y amasado con miel

del colmenar monjil. . .

 

Cajetas de Celaya

que hasta lo último se raspan

y saben a resina y a niñez.

¡Alegía de las cocadas

llenas de cabujones

de pasas, almendras y piñones

y a fuego doradas!

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José Juan Tablada,

La feria, 1928