Las cascadas del Niágara, los bosques nevados de Banff, las jornadas de esquí en Mont Tremblant, el verano en Vancouver y los paseos a pie en las calles de Quebec son motivos suficientes para querer viajar a Canadá.
Aunque este país es popular por todo lo que mencionamos arriba, el primer ministro Justin Trudeau y la buena onda de su gente, de su cocina sabemos muy poco.
En realidad, la mayoría de los platos tradicionales canadienses están repletos de fabulosos carbohidratos debido a que el clima es principalmente frío (aunque en verano se alcanzan los muy decentes 22º C).
Este clima juega a su favor en el cultivo de uvas para vino y cereales para la elaboración de destilados como el famoso whisky canadiense (que combina cebada y centeno) y exportación de avena.
Canadá, el segundo país más grande del mundo (solo después de Rusia), aprovecha la extensión de su territorio para producir y exportar manzanas, papas, jitomates y arándanos.
Entre sus fortalezas también se encuentra la industria ganadera, que además de criar vacas y cerdos, tiene bisontes.
Gracias a sus zonas costeras, Canadá también tiene productos del mar frescos. Con sus avances tecnológicos en el tema de empaque y traslado de alimentos es posible rastrear algunos alimentos hasta su punto de origen.
Francia e Inglaterra pelearon por colonizar el territorio que después sería identificado como Canadá. En 1763 se estableció la ley británica en todo el territorio, aunque ya había colonias francesas en algunas regiones.
Por ello, la cocina de Canadá tiene influencias británicas, francesas -especialmente en Quebec- e indígenas -principalmente en el norte del país-.
Aquí te dejamos los platos más representativos de la cocina canadiense:
Aunque es un platillo relativamente nuevo –se creó en la década de los 50 en Quebec-, la poutine ya es considerado el plato nacional de Canadá y se sirve en todo el país.
La base de la poutine son papas fritas con una especie de bolas de queso llamadas queso en grano (normalmente cheddar) y se bañan con salsita de carne caliente. Esta salsa comienza a derretir el queso en grano, ¡imagínate!
Puedes encontrarlo con carne de res, cerdo y hasta langosta.
Es común que relacionemos los bagels con Nueva York, pero los que encuentras en Montreal son muy distintos: siempre se cocinan en horno de leña, son más pequeños, más delgados y más dulces (porque antes de ser horneados se cuecen en agua con miel), y, además, el centro es más grande.
Generalmente se comen en el desayuno y los encuentras cubiertos de semillas blancas o negras, es ajonjolí.
Una de las técnicas consentidas en los sitios con climas complicados es curar la carne con sal para conservarla durante más tiempo.
En Montreal es muy popular sazonar y curar el brisket de res con sal, pimienta molida y azúcar. La diferencia con el pastrami neoyorquino radica en la cantidad de pimienta y azúcar que se utiliza al momento de sazonar.
Posteriormente, la carne ahumada -muuuucha carne- se sirve sobre pan de centeno con mostaza amarilla.
Estas pequeñas maravillas se elaboran con mantequilla, azúcar, jarabe, huevo y se rellenan con crema, pasas o nueces.
Lo único que se sabe de su origen es que se remonta al siglo XVI.
Este es un plato de herencia francesa originado en los 1600.
La tourtiere es un pay relleno de carne de res, cerdo o ternera con especias como canela y clavo, que solía consumirse en temporada de Navidad y Año Nuevo (aunque ya se vende todo el año y hasta en tiendas de autoservicio).
Esta es una variación del original doner kebab y fue introducido a Halifax, Nueva Escocia, a principios de la década de los 70.
El donair de Halifax se prepara con carne de res en lugar de cordero y se acompaña con una salsa dulce elaborada con azúcar, ajo, leche condensada y vinagre.
Además, se sirve sobre un pan plano con jitomates frescos y cebolla cruda.
Estas bayas son moradas-azules y se parecen mucho a las moras, aunque en realidad están más relacionadas con las manzanas y tienen un sabor dulce y almendrado.
Las bayas Saskatoon se dan en junio y julio y crecen en todo el territorio canadiense, principalmente en las praderas y la zona de Columbia Británica.
Además de preparar pays son fabulosas para hacer conservas, jaleas y mermeladas.
Se dice que la miel de maple es el oro líquido canadiense y también es conocida como jarabe de arce. El árbol de maple es tan común en Canadá que incluso su bandera tiene una hoja de maple.
Quebec es el lugar donde se fabrica la miel de maple por excelencia y, además, es el mayor productor de todo el mundo.
Esta miel se produce en granjas llamadas sugarbushes, que son casas con una apertura en la parte superior para expulsar el aire húmedo que despide su proceso de cocción.
Dependiendo del color de la miel será su sabor y lo puedes encontrar en recetas de platillos tanto dulces como salados.
Si quieres saber todos los detalles de la miel de maple da clic aquí.