Con 24 horas no alcanza el día para hacer todas las actividades que queremos, terminar el trabajo pendiente y además dormir bien. Como ya sabemos que eso no es posible, a veces nos resulta necesario darnos una ayudadita, por ejemplo, con bebidas energéticas.
Estos productos han estado envueltos en distintas polémicas por sus efectos; lo cierto es que nos pueden ayudar mucho en el momento de bajón, pero ¿qué ingredientes tienen para hacernos revivir? ¿qué tan benéfico es para el cuerpo a largo plazo?
Es importante saber, primero que nada, que las bebidas energéticas no son iguales a las bebidas deportivas.
Las segundas tienen entre sus componentes una cantidad importante de electrolitos que tienen la función de rehidratar y brindar al organismo los elementos que se pierden con el sudor.
Las bebidas energéticas, por otro lado, tienen ingredientes cuya función es poner al cuerpo en estado de alerta.
No se recomienda para nada tomar estas bebidas antes o durante hacemos ejercicio.
La elevada cantidad de carbohidratos en las bebidas energéticas dificulta la absorción de líquidos en el tracto intestinal y de este a la sangre, por lo que bloquean la rehidratación.
El elemento base de las bebidas energéticas es el agua carbonatada o mineral que se logra con dióxido de carbono.
Dependerá de la marca la proporción que encontraremos de cada nutriente; sin duda uno de los principales son los hidratos de carbono ya que su función principal es dar energía inmediata.
Cada lata tiene entre 18 y 25 gramos de carbohidratos y algunas marcas tienen más de 60 por porción de 240 mililitros. La glucosa, galactosa y fructosa son algunas de las azúcares que encontrarás en la lista de ingredientes.
Cuando la bebida es baja en calorías no quiere decir que no tenga carbohidratos. Lo que sucede es que se disminuye la proporción y se adicionan edulcorantes artificiales.
La cafeína es un estimulante del sistema nervioso central que de acuerdo a un informe del laboratorio Profeco inhibe la adenosina.
Este neurotransmisor es el encargado de la sensaciones de cansancio. También es responsable de potencializar la sensación de bienestar y concentración.
La cantidad máxima de cafeína en el organismo no debe exceder los 165 mg al día. Algunas marcas de bebidas energéticas tienen más de esta cantidad en una sola lata.
A las personas con problemas cardiacos se les limita el consumo porque puede ocasionar taquicardia.
La taurina es un aminoácido que se encuentra en el organismo de manera natural y también se encuentra en alimentos como el pescado, carne y leche.
En el cerebro tiene la función de la excitación neuronal y su cantidad máxima recomendada es de 40 a 400mg diarios.
Algunas de las bebidas energéticas rebasan estas cantidades. Sus efectos secundarios todavía son inciertos.
En México no existe alguna norma que regule esta sustancia en alimentos o bebidas por lo que la responsabilidad de no consumir más de la cantidad permitida recae en el consumidor.
El complejo B es el que se encuentra principalmente en estas bebidas. ¡Ojo! no por eso significa que sea un buen suplemento para ingerirla. En una dieta balanceada se pueden obtener y no hace falta utilizar suplementos.
Hay otra sustancia llamada inositol -también llamado vitamina B8, aunque en realidad no pertenece al complejo-. Entre sus funciones están reducir el colesterol y ayudar al tratamiento de la diabetes.
Entre los ingredientes de algunas bebidas energéticas está el guaraná, un arbusto amazónico con propiedades estimulantes. También sirve para aportar sabor.
El aminoácido que contiene este fruto se llama guaraninia y es más eficiente que la cafeína para ponernos en estado de alerta.
Un gramo de guaraná es equivalente al de 40mg de cafeína y su efecto es más prolongado.
El sodio y el potasio también se pueden encontrar en cantidades pequeñas y actúan como electrolitos.
Como quizás concluyes, todos los ingredientes de las bebidas energéticas son una bomba de estimulantes que pueden desequilibrarte.
Te recomendamos que tengas cuidado con las cantidades y la frecuencia con la que tomes estos productos.
Sabemos que a veces necesitamos esa inyección de energía para el último jalón del día pero no te excedas. Recuerda las cantidades máximas para el organismo y respétalas.
Las consecuencias negativas por pasar los límites de estas sustancias dependen de cada persona; en términos generales puedes sufrir taquicardia, aumento del estado de alerta y la actividad motora.
En casos más graves tendrás un aumento de la presión arterial y episodios de ansiedad.
Si padeces alguna enfermedad como hipertensión o diabetes, mejor consulta el consumo con tu médico.
Mezclar bebidas energéticas con alcohol tampoco es buena idea. Recuerda que uno tiene efectos relajantes y el otro estimulantes, por lo que puede haber un conflicto entre ambos.