Si notas cosas en común entre los restaurantes que eliges para ir a comer, no es una coincidencia. Las tendencias gastronómicas y modas marcan la pauta y hay algunos puntos en qué fijarse para elegir un restaurante o recomendarlo.
Te platicamos de este estudio hecho por Mero Mole.
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Imaginemos un bistró francés modesto y escondido de 15 mesas en el corazón de la ciudad; todo el sitio está reservado desde hace días. ¿Qué celebran y quiénes son cada una de las personas que eligieron ir ahí?
Mucho de ir a un restaurante tiene que ver con la experiencia social y los estímulos que la conforman más que con la comida que se sirve.
Tener un tercer espacio al cual acudir es el pan de cada día en la sociedad urbana contemporánea, según el sociólogo urbano Ray Oldenburg en su libro The Great Good Place.
Oldenburg dice que el primer lugar para un ser humano es el hogar, el segundo, el trabajo.
El tercer espacio hace referencia a cualquier sitio en donde la gente se reúne de forma informal para generar comunidad: parques, plazas y desde hace dos siglos: bares, restaurantes y hoy más que nunca: cafés.
Puntos invisibles para medir una experiencia
Al elegir un restaurante la conciencia piensa inmediatamente en el perfil gastronómico del lugar y nuestro antojo.
Sin embargo, según el departamento de Experience Design de Mero Mole existen cuatro imprescindibles que estimulan nuestro inconsciente para medir una experiencia en un restaurante:
Gestos de hospitalidad únicos
Aquellos puntos que enriquecen y diferencian una marca de otra haciendo que el público pase la voz.
En el mercado El Nacional de Barcelona, por ejemplo, hay una barra con subasta de comida; el cocinero grita el sabor de las tapas que recién preparó al mejor postor.
Personalidad del staff
Un restaurante es como una obra de teatro; capitán, meseros y cocineros son representantes de la marca y contacto directo con los comensales.
Es típico de los fine dining de vieja escuela que el trato sea protocolario y rígido pero debes preguntarte ¿realmente buscas ese tipo de servicio?
Se agradece cuando el staff guía la experiencia y trata a sus huéspedes como viejos amigos.
En el Salón Ríos antes de que llegue el menú pasa un miembro del equipo con tacos de canasta para comenzar; en esta cantina el objetivo es alargar la sobremesa toda la tarde y el staff guapachoso es un elemento clave.
Calidad y valor de la oferta gastronómica
Lo que determina si un restaurante está sobrevalorado o es caro tiene que ver con la relación expectativa – realidad.
Cuando hablamos de valor por dinero vinculamos las variables de calidad de insumos, porciones, presentación y complejidad de preparación.
Las famosas tostadas La Guerrerense en Ensenada están situadas en un local de nueve metros cuadrados.
Sin embargo, cada tostada está hecha con insumos frescos de Ensenada con una propuesta de alta cocina del mar: ceviche de erizo con almeja o paté de pescado con callo de hacha; calidad fine dining a un precio accesible.
Ambiente, diseño y arquitectura
Cuando hablamos de ambiente nos referimos a la cantidad de personas que caben en el lugar o el aforo, es decir, qué tan lleno se ve.
Entre más personas hay más es el movimiento, por ende, la vida y las oportunidades de relacionarnos.
También está involucrado el nivel de música, el género y la iluminación. ¿Cuántas veces no hemos entrado a un restaurante bonito pero vacío y no nos da confianza?
El diseño del espacio está relacionado con las emociones que nos provocan; cada material elegido es más que un elemento arquitectónico, son medios de comunicación.
Un sillón dice: “ponte cómodo”, una barra sin sillas dice: “come y vete rápido”.
Restaurantes de antes, restaurantes de hoy y los millennials
Los restaurantes en el pasado estaban designados para culminar celebraciones exclusivamente; hoy hay un montón de razones para acudir a ellos.
Podemos ir por negocios, a pasar un rato después del trabajo; acudimos cuando hacemos una primera cita y también para terminar las relaciones. Hay restaurantes para todo y para todos.
Los puntos anteriores fueron generalizados a distintos mercados pero, ¿dónde dejamos a los millennials? Hay seis puntos clave para que un restaurante atraiga a este tipo de público.
Cuenta de Instagram
Tener una se ha vuelto casi una obligación para cualquier espacio gastronómico.
Incluso, existen premios a la mejor cuenta de Instagram y no te sorprenderá saber que chefs de la talla de René Redzepi han estado nominados.
Esta red social es una forma de degustar el restaurante antes de visitarlo: investigar platillos, atmósfera y arquitectura, en otras palabras: antojar, antojar y antojar.
¿Está en Uber Eats o Rappi?
Una de las palabras clave de esta era es la conveniencia, las plataformas de Delivery nos hacen la vida más fácil.
Del 2014 al 2016, mundialmente los pedidos online han crecido 300% según la página especializada Quick Service Restaurants.
¿Qué eventos culinarios o especiales existen?
Vivimos en la era de las experiencias y la pregunta del millón es ¿por qué volver a un lugar al que ya fui? Lo que los restauranteros buscan es exaltar los sentidos de formas distintas con eventos.
Una de las tendencias palpables en los últimos años es la sinergia de chefs para crear eventos a dueto; las ideas son infinitas, desde un brunch especial hasta un happening de tacos.
¿Cuál es su ética de insumos?
La realidad es que hasta hace muy poco no nos importaba qué es lo que nos estábamos comiendo siempre que supiera bien. Hoy la gastronomía busca la sostenibilidad y siempre empoderar a los ingredientes y a sus productores.
Saber la historia detrás de los productos es elemental para este consumidor que apoya lo local. Restaurantes como Cicatriz y Pizzas Félix son entusiastas de apoyar proyectos como Yolcan y las proteínas que ofrecen son de origen orgánico.
Comentarios de otros usuarios
Desde su introducción en 2008, el programa de reseñas de Open Table ha creado más de 76 millones de evaluaciones de usuarios de restaurantes. Open Table genera más de 1 millón de reseñas.
Este fenómeno es similar a lo que sucede al comprar un producto en Amazon o al elegir una casa en Airbnb. Más que a la marca, le creemos a los usuarios que opinan sobre de ella.
