Nuestro país es famoso mundialmente por su gastronomía y no hay mejor interpretación que la comida callejera en México. Te tenemos ocho destinos gastronómicos donde te puedes deleitar a buen precio y a pie de calle con especialidades endémicas.
Quizás te cuestiones qué tan salubre es comer en la calle. Aunque siempre será un volado, te recomendamos que te fijes en tres cosas para evitar la ‘revancha de Moctezuma’:
La primera es que revises que esté limpio alrededor. La segunda es echarle un ojito a la higiene del personal; (agradecemos la red para el pelo y las manitas lavadas).
La tercera es ver la cantidad de gente que, como tú, va a comer ahí. Además de asegurarte buen sazón, también puedes darte cuenta de que los alimentos tienen rotación, es decir, no te vas a comer una tostada de mariscos con un ceviche que lleva horas asoleándose si tienen suficiente demanda.
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Comida callejera puedes encontrar en todos los rincones del país. Sin embargo, hay lugares en los que es más abundante que en otros o tiene alguna joya que le da identidad. Te platicamos de ocho ciudades donde nos hemos deleitado en sus puestitos.
Puebla
No nos imaginamos la cocina mexicana tradicional sin un buen mole poblano o chiles en nogada. Aunque hay muy buenos lugares para comer en Puebla, al caminar por el centro puedes saciar tu antojo con alguna delicia callejera.
Las cemitas poblanas son ese pan esponjoso con ajonjolí y rellenas con quesillo, aguacate, chilito y pápalo. También pueden traer frijoles, milanesa o incluso mole.
Una variación poblana a los sopes son las chalupitas, que encuentras en carritos por toda la ciudad. El encanto es que las bañan de salsa verde o roja, les agregan pollo o carne deshebrada y cebolla.
El antecesor de nuestro amado pastor es una receta de tacos árabes que se inspira en el shawarma turco. En Puebla son muy populares pues se cree que aquí fue donde nació la tradición.
Ensenada
Baja California está en su mejor momento gastronómico. Hay buen vino, excelente chela, producto de mar fresco, restaurantes increíbles y comida callejera que te dejará sin habla.
Las tostadas de ceviche de La Guerrerense en Ensenada son quizás, las especialidades callejeras mexicanas más famosas del mundo. Esto porque además de su increíble sabor, han recibido personalidades que las aclaman y promueven como Anthony Bourdain.
Ostiones, almejas chocolatas, más mariscos y cocteles te esperan por las calles de Ensenada. Le preguntamos a cuatro expertos ensenadenses de dónde comer buenos mariscos callejeros y muchos coinciden con los Mariscos el Güero.
Si encuentras el típico taco de pescado estilo Ensenada ¡no lo dudes! Tortilla de maíz, pescado rebosado, col, mayonesa y chipotle.
Guadalajara
La Perla Tapatía ha crecido mucho en calidad de restaurantes y no hubiera sido posible sin su tradición gastronómica gestada en las calles y mercados.
Paséate por el mercado de San Juan de Dios, uno de los más grandes del país y no te pierdas el segundo piso con comidas económicas. Lo más rico es la birria y más en un día de desvelo.
Los lonches son tortas gigantes rellenas de carnitas, pierna o cualquier elemento cárnico; mucha lechuga, frijolitos y jitomate. Estas las puedes encontrar en la plata baja del mismo mercado (y en toda la ciudad).
No te puedes ir de Guadalajara sin probar una torta ahogada. La base es un pan llamado birote que tiene la peculiaridad de ser muy crujiente por fuera y suavecito por dentro; esto hace que no se deshaga cuando le agregues salsa, ya sea de la que pica o de la que no.
Se rellena de carnitas, ya sea maciza o surtida. Las que más nos gustan están atrás de la rectoría de la Universidad de Guadalajara.
Si te da sed, encontrarás tejuino, que es una bebida fermentada de maíz y caña de azúcar; también es deliciosa la horchata de fresa, acidita y fresca para el calor.
Oaxaca
Si la palabra ‘celebración’ pudiera materializarse en algo, seguramente sería una calle de la ciudad de Oaxaca. Para donde voltees hay colores, artesanías, cultura y muy buena comida.
No se te olvide darte una vuelta por el Mercado Benito Juárez, ahí puedes probar las mejores tlayudas de la ciudad. Se trata de tortillas gigantes -que quizás te recuerden a la pizza- cubiertas con asiento, tasajo, chapulines y demás delicias.
Para desayunar puedes encontrar memelas en la calle. Se trata de unos antojitos hechos con masa de maíz nixtamalizado cubierto con queso fresco, salsa molcajeteada y crema.
Para la hora del monchis, seguro encontrarás alguien que venda chapulines. Compra una bolsita, échales limón y salsa y sigue tu caminar por esta increíble ciudad.
Mérida
Nos encanta la comida del sureste. Y en la ciudad blanca hay muchas opciones para probarla mientras caminamos por sus calles. Que no te desanime el calor, los sabores auténticos están más cerca de ti de lo que crees, listos para refrescarte.
El platillo más emblemático de esta región es la cochinita pibil y la puedes encontrar en todos los lugares; en la calle pruébala en un salbut o en un taco. Seguramente en el mismo puesto venden castacán, no te lo pierdas.
Los panuchos son indispensables de probar. En Mérida los hacen de pavo en escabeche, lechón o chilmole, un guisado hecho con recado negro.
Si vas paseando por el Paseo Montejo, detente en la Sobetería Colón y compra una champola. Se trata de una bebida hecha con helado de guanábana que te hará sentir mucho más fresco.
Cuando hablamos de dulces, uno de nuestros postres favoritos también está a pie de las calles de Mérida. Se trata de las marquesitas, una pasta -muy parecida a la del barquillo de un helado- que va rellena de queso y otros ingredientes como chocolate o crema de avellana.
San Cristóbal de las Casas
Si estás planeando un viaje por Chiapas no te puedes perder San Cristóbal de las Casas. Las calles pintorescas, el ambiente bohemio, la comida deliciosa… Todo es un deleite a los sentidos.
Los tamalitos chiapanecos son increíbles a cualquier hora. Se envuelven en hojas de plátano y se rellenan con chipilín o chepil, una hierba muy tradicional de esta zona, con la que también se hace una sopa muy reconfortante.
Hay un puesto muy popular de quesadillas muy famoso que sirven combinaciones bastante originales como flor de calabaza con hormigas chicatanas, o queso con brócoli.
Para el calor y la humedad, nada mejor que un buen tejate. Esta bebida -popular en todo el sur y sureste- está hecha con flor de cacao, masa de maíz, hueso de mamey, canela, azúcar y mucho hielo. Asegúrate que tenga suficiente espumita para que lo disfrutes mejor.
Mazatlán
Al ritmo de música de banda y buen humor, pasear por Mazatlán es una delicia. Ya sea a pie o en una pulmonía, recorre el malecón en búsqueda de comida rica para disfrutar tus vacaciones.
No podemos pensar en Sinaloa sin ceviches y aguachiles. Los más ricos están en el malecón y los preparan con camarones, chiltepín, pepino y cebolla morada.
Si eres carnívoro, te recomendamos unos burritos de chilorio, que es la especialidad sinaloense de carne deshebrada.
Acompáñalo con un refresco de vainilla, también muy popular del estado.
En Sinaloa son muy buenos para el borrego asado. En las carreteras puedes encontrar puestos con esta especialidad que te van a llamar la atención desde el aroma a leña. Las paradas a comer un par de taquitos son casi una obligación.
Morelia
Michoacán es la capital de las carnitas y caminando por Morelia hay más de un puesto de buenos tacos. Atrás de la catedral, sobre la calle Corregidora, hay muchas opciones.
También puedes encontrar toda clase de tamales del estado. A nosotros nos encantan las corundas, que están envueltos en hojas de plátano y tienen forma triangular.
Si te gusta el maíz tierno, busca los uchepos. Para darle contraste, los venden con crema ácida, queso Cotija y mucha salsa verde.
En el jardín principal, a media tarde, se antoja un cafecito y algo dulce para acompañar. Morelia se distingue por sus postres: ates, conservas, borrachitos… Lo que más nos gusta son las morelianas. Se trata de dos obleas unidas por dulce de leche. ¡No las dejes de probar!
CDMX
La comida callejera de la Ciudad de México es una de las más populares no sólo del país sino del mundo.
Puedes encontrar puestos de todos los estilos y a todas horas. El público chilango es exigente, por lo que si un puesto tiene tiempo de existir es porque está bueno.
Los chilangos tenemos fama de comer todo dentro de un bolillo –y por cierto, hacemos magia-.
Lo más emblemático sin duda son nuestras tortas de tamal, acompañadas, por si fuera poca masa, de un atolito. Cualquier esquina godín que se respete vende estas delicias.
Para tacos al pastor nos pintamos solos. Los mejores lugares son los que abren en la madrugada, para pasar a comer antes de dormir después de la fiesta. Nos encanta El Vilsito, aunque hay buenas opciones en toda la ciudad.
Una especialidad chilanga en tacos también es el suadero: pecho de res cocinado lentamente en manteca y agua con longaniza, tripa y cebollitas.
Pero no todos los puestos callejeros atentan contra la circulación en nuestras arterias. Más alimenticio y menos gordo puede ser echarse un tlacoyo al comal con nopales y salsa verde. Hasta veganos son estos antojitos.
Aunque estamos lejos del mar, nos encantan los mariscos. Empanadas de camarón, ceviches, pescados fritos y tostadas llenan en paisaje urbano callejero. En el centro histórico está el K-guamo, en el poniente el Jarocho de las Lomas.
¿Qué se te antojó? ¿Qué destino gastronómico nacional nos falta?
