Quien no ha probado los famosos tacos El Villamelón, frente de la Plaza de Toros México en la capital del país, no se puede llamar un conocedor de tacos. Son los favoritos de muchos, están a reventar todos los días de grupos de amigos de la oficina, fanáticos de las corridas de toros, extranjeros, chavitos, famosos y políticos, de todo.
El lugar fue fundado en 1961 por don Rafael, un aficionado de la fiesta brava y nada mejor que tener su local lleno antes y después de la corrida, con gente eufórica llena de emoción y conocedora de las fiestas taurinas.
En muy poco tiempo, el lugar comenzó a llenarse con o sin corrida de toros, y don Rafael solía decir que su negocio se llenaba de “villamelones”, término que se refiere precisamente a quienes no saben nada sobre ningún espectáculo en general pero “se las dan” de conocedores. Y de tauromaquia, tampoco. De ahí el nombre de este exitoso negocio.
El Villamelón ofrece tacos de cecina, longaniza, chicharrón, moronga, quesadillas, frijoles, entre otros, pero el protagonista principal de este espectáculo culinario post-corrida de toros es el taco campechano, que consiste en cecina, longaniza y chicharrón, grandes ingredientes para matar el hambre y el antojo inmediatamente. El costeño también goza de gran fama en el local, y es exactamente igual que el campechano, pero con chile verde, cebolla y una salsa opcional muy, muy picante.
En el primer piso hay también un bar para disfrutar de cervezas, clamatos y pantallas donde normalmente se ven las corridas o el partido del fin de semana y, si hay mas prisa, puede disfrutarse un taco de pie en la calle.
La taquería es un clásico de la ciudad y, los tacos costeños, para verdaderos profesionales del chile.
Twitter: @elvillamelon