La cerámica mayólica es una herencia de los españoles a México en la época de la colonia. Se trata de unas artesanías similares a la talavera poblana pero con un encanto único de Guanajuato que viene aprendido desde los árabes en España.
Le llaman mayólica pues hace referencia a la provincia de Mallorca, una de las comnunidades autónomas españolas.
En México existe un municipio que tiene la tradición de fabricarla, Dolores Hidalgo en Guanajuato.
Los acabados de la cerámica mayólica son diferentes que el resto de las artesanías. Se distingue de la talavera por la denominación de origen y algunos detalles en la fabricación.
Miguel Castillo es el presidente de la Asociación de Artesanos de Dolores Hidalgo y tiene 40 años de experiencia en el oficio de la alfarería. La experiencia que tiene la comparte dando clases con jóvenes de distintas edades.
Con la evolución de los materiales para fabricar utensilios de cocina algunos productos como el barro negro, la talavera o la cerámica quedaron desplazados.
Para hacer la cerámica mayólica el proceso es largo. Hay dos formas de hacerla: con moldes o torneado.
Cuando se utilizan moldes el proceso es de alrededor de 15 días. Cuando se hace torneado puede llegar a tardar hasta un mes porque forzosamente se debe secar a la sombra y tener algunos intervalos al sol.
Se utilizan diferentes combinaciones de arcilla, las cuales hace 20 años aún se extraían manualmente. En la actualidad ya se pueden conseguir empaquetadas.
Cuando se utilizan moldes prediseñados para dar la forma que se busca, la arcilla debe ir más líquida.
Aquí, los moldes se rellenan hasta obtener el grosor buscado. Para esta técnica algunas de la arcillas utilizadas son: silice, caolín, silicato de magnesio y una arcilla plástica.
¡Hora de tornear y dar forma a las piezas! ¿Quién no se acuerda de la famosa escena de película Ghost, la sombra del amor cuando los protagonistas moldean barro? Pues el método es el mismo para la cerámica mayólica.
De acuerdo con Miguel, quienes utilizan todavía esta técnica deben tener una gran habilidad manual para lograr diseños bien hechos.
Cualquiera de las técnicas que se hayan utilizado debe dejarse secando a la sombra hasta que comience a deshidratarse y a endurecerse.
Ya deshidratado se le dan los acabados: quitar rebabas o filos. Se pule con una esponja y agua hasta que la superficie sea tersa.
El siguiente paso es el horneado que sucede en dos partes.
La primer parte dura 4 horas a 900° C y sirve para terminar de endurecer la cerámica. La segunda dura alrededor de 6 horas a 1050° C y la pieza ya está esmaltada.
Durante algunos años se tomaron como peligrosas las vajillas artesanales, esto por el material con el que hacían el esmalte.
El problema era que el material tenía una base de óxido de plomo que resultaba tóxica al ingerirla.
Con la intención de conservar el oficio de la alfarería, algunas regulaciones motivaron a cambiar la base y ahora se utiliza Bario. Ahora sí, está libre de metales peligrosos para la salud.
El segundo horneado dura 6 horas y sirve para que la arcilla y el esmalte se fundan en uno solo.
La ventaja de este paso para los diseños de vajillas es que no es necesario curarla. Así como está terminada está lista para comenzarse a utilizar y las decoraciones no se desgastarán tan fácilmente.
Para pintar cada una de las piezas también existen dos técnicas. Una de ellas es realizando los dibujos o diseños con una guía, parecida a un dibujo con lápiz. La segunda es el plumeado.
Para el plumeado los artesanos utilizan pinceles hecho de pelo de burro, chivo o ardilla.
Cada pieza es pintada una por una a mano, es decir, cada pieza de cerámica mayólica es única.
Todos los pigmentos utilizados también son naturales, Miguel nos explica con una facilidad de conocimientos químicos sorprendente la mezcla de colores:
El óxido de estaño y silicato de zirconio son para dar el color blanco al esmalte. El óxido de cobre se usa para hacer el color verde. El selenio y el cadmio para el rojo y el estaño para el naranja.
Miguel Castillo, maestro alfarero.
En promedio, una vajilla de 52 piezas ronda los seis mil pesos, tomando en cuenta el tiempo, los conocimientos y el trabajo del alfarero, además del material utilizado.
Próximamente se inaugurará una Escuela de Artes y Oficios en Dolores Hidalgo, similar a una que ya existe en Mineral de Pozos. Aquí se podrá venir a aprender cómo fabricar cerámica mayólica.
Tener una sede de enseñanza y aprendizaje en donde se comparta el conocimiento a nuevas generaciones de las tradiciones mexicanas es fundamental, menciona Miguel.
Por lo pronto, si ya te dieron ganas de ir por una vajilla de cerámica mayólica a Dolores Hidalgo aquí te dejamos algunos lugares para conseguirla.
Dirección: Calle Ribera del río esquina José Alfredo Jimenez, Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Dirección: Rancho Los Arcos, carretera a Guanajuato km. 15, Dolores Hidalgo, Guanajuato.
Facebook: @CeramicaGerardoGarcía