Una noche, la repostera Fanny Gerson soñó que abría una heladería mexicana en Nueva York. Así nació La Newyorkina.
Aunque primero empezó con paletas de ingredientes como aguacate, mango con chile, jamaica, coco y maracuyá, hoy tiene una oferta que va más allá de paletas y helados e incluye pan dulce -¡tiene los clásicos garibaldis y conchas!-, chocolatito caliente para el invierno, flanes, chamoyadas y más.
Desde que llegó a la Gran Manzana, hace ya 20 años, Fanny trabajó en cocinas y al mismo tiempo empezó a buscar libros de recetas de postres mexicanos para enriquecer la propuesta de repostería en los restaurantes. Sin embargo, no encontró lo buscaba.
“A lo mejor soy yo la que tiene que escribir ese libro que estoy buscando, ¿no?”, pensó en aquel entonces.
Así, Fanny emprendió un viaje de investigación por México para documentar recetas e historias de postres y dulces mexicanos con la intención de dar continuidad a esos sabores tan tradicionales y trasladarlos a un país que -hasta el momento- no conocía esa faceta de la cocina mexicana.
Antes de La Newyorkina, Fanny Gerson escribió y publicó el libro My sweet Mexico en 2009.
Con libro publicado y el sueño de tener un negocio propio, Fanny decidió comenzar a elaborar y vender paletas de hielo por la sencillez que representaba en comparación con los helados u otros postres.
“En México, las paletas son como los gelatos en Italia, casi. Todas las ciudades o pueblos tienen, al menos, una paletería”, dice Fanny Gerson a Animal Gourmet.
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México en Nueva York
Hoy, entrar a La Newyorkina te remite de inmediato a un pedacito de México. La tienda tiene un refrigerador lleno de paletas heladas de sabores “de agua” y “de leche”, desde mango-chamoy, pepino-limón o coco, hasta cajeta con canela, horchata, chocolate con chile y vainilla mexicana.
Además, también ofrece paletas de sabores de postres tradicionalmente estadounidenses, como la de pay de queso con calabaza de temporada.
La oferta se completa con nieves de garrafa hechas a mano de manera tradicional -presentadas en barriles, tal y como se acostumbra en las esquinas de nuestro México- y helados de sabores como chocolate oaxaqueño, vainilla, horchata y pastel de tres leches.
El resto del menú incluye chamoyadas, malteadas, champolas -un postre tradicional yucateco-, sundaes y churros calientitos cubiertos con azúcar y canela o azúcar y chilito, al gusto del cliente.
Aquí, el chile juega un papel muy importante.
La Newyorkina tiene una pequeña estación de chile en polvo, Tajín, Miguelito y chamoy para añadir a las nieves o paletas, lo que complementa a la perfección el espíritu del antojo mexicano.
Como el clima de la ciudad es muy distinto en primavera-verano y en otoño-invierno, también ofrece un menú suficiente de bebidas calientes que por supuesto incluye un buen chocolate mexicano y café de olla, además de postres como el pastel imposible, el de tres leches, polvorones, galletas y pan dulce.
Los fines de semana hay conchas caseras rellenas con el helado que quieras y en temporada también elaboran pan de muerto.
La repostería mexicana cuenta con una digna representante en Nueva York, reconocida por estadounidenses y mexicanos que, sin duda, sienten nostalgia por los sabores de México.
Direcciones:
*240 Sullivan Street, West Village.
*En este enlace encuentras las direcciones por temporada.
