La jamaica es más que una flor para hacer agua: 3 recetas para que la aproveches ¡TODA!
Por Paloma García Castillejos (@palomagcasti)
Tirar las flores de jamaica que se infusionaron para hacer agua fresca es una locura.
Aunque no lo creas, la flor como tal es comestible y aunque es ácida, su sabor es delicioso cuando se cocina adecuadamente.
Usar flores de jamaica es una manera de entrarle a la cultura de aprovechamiento de todos los ingredientes.
Además puedes darle un toque original a tus menús y es muy adecuada para hábitos veganos.
Una radiografía de la jamaica
La jamaica es una variedad de la especie hibisco, que en la cultura mexicana se usa principalmente para infusionar y hacer aguas frescas.
Esta flor también es muy común en Asia y justo por ahí llegó a México, en la Nao de China, el canal comercial entre Filipinas y el puerto de Acapulco.
Sin embargo, su origen es africano, específicamente de Etiopía. La jamaica también es muy común en la cocina de Senegal y en la mayoría de los países la utilizan como té, pero la realidad es que los usos gastronómicos pueden ser mucho más amplios.
Uno de los beneficios más conocidos de tomar agua de jamaica -o comerla- es que tiene propiedades diuréticas que ayudan a la limpieza de riñones e hígado.
Otros beneficios que se le han atribuido son la capacidad de nivelar la glucosa en la sangre, controlar el insomnio y reducir el colesterol malo.
Además, las fibras de la flor pueden aprovecharse para sustituir proteínas de carne en algunos platillos. Aquí te van algunas ideas para que experimentes.