Desde 1993, ECOSTA YutuCuii –una organización admirable e inspiradora- cohesiona y reúne a comunidades rurales en la costa de Oaxaca para enseñarles a trabajar la tierra y generar una vida mejor y más saludable.
El fundador de ECOSTA, Heladio Reyes Cruz, nació en las costas de Oaxaca, estudió Agronomía en Chapingo y siempre quiso regresar a su tierra para poner en práctica todo lo aprendido en su propia parcela y en las de sus vecinos, familiares y amigos. ¿El objetivo principal? Impulsar cambios concretos en la agricultura, producir alimentos sanos y otros productos corporales, alimenticios y medicinales.
Aunque tienen muchos proyectos, el consentido de Heladio es el de rescate y uso de maíces nativos para conservar la biodiversidad local.
Este proyecto comenzó con un diagnóstico de razas nativas de maíces. Uno de los objetivos era recuperar semillas, conseguirlas principalmente con personas mayores que han sido sus guardianes por muchos años, animar a los compañeros agricultores a sembrarlas y crear parcelas madre de esos cultivos para luego entrar a una etapa de mejoramiento genético llevada a cabo comunitariamente.
Lo que sucedió fue que aumentaron y mejoraron su producción de tal manera que el año pasado vendieron 45 toneladas de maíces criollos mejorados. Ahora están listos para crear una certificadora de semillas nativas mejoradas por la comunidad, para lo cual han hecho alianzas con académicos e investigadores conformando la Red Nacional Pro Maíz Nativo.
A la fecha, ECOSTA cultiva y produce cinco razas de maíces nativos que, además, transforma en productos alimenticios supernutritivos no solo para consumo familiar y comunitario, sino también para comercializarlos. Algunos productos que elaboran son pinole, tostadas, totopos, atoles de maíz negro y rojo, tepache y licor de maíz.
Como ejemplo de investigación e innovación para diversificar usos y productos, las mujeres de ECOSTA se encargan de elaborar tostadas y atoles, pero también alrededor de 30 fórmulas que contienen otros ingredientes derivados de plantas o semillas.
¡Es increíble el listado de tostadas que producen! Para darte una idea, tienen con acelga, ajo, achiote, jengibre, algarrobo, almendra, betabel, cacao, camote, camarón, café, jamaica, limón, moringa, nim, pinole y zanahoria.
ECOSTA cuenta con un laboratorio de producción de insectos benéficos, enemigos naturales de plagas que afectan ciertos cultivos; con solo liberarlos en el ambiente actúan eficazmente en los cultivos sin necesidad de utilizar agroquímicos tóxicos.
Uno de los cultivos sanos que tienen es el del árbol de neem o nim, originario de la India y con potentes propiedades bactericidas y terapéuticas. ECOSTA lo utiliza para elaborar plaguicidas botánicos pero también para extraer sus ingredientes y elaborar jabones y otros productos medicinales.
También cultivan el árbol de la moringa, que cuenta con propiedades nutritivas muy significativas.
Además, ECOSTA tiene un proyecto dirigido a conservar los árboles a través de la participación ciudadana. Los campesinos destinan una fracción de sus tierras para conservar los árboles y no talarlos. Cada agricultor destina cierto número de metros o hectáreas que se comprometen a conservar y a esto le llaman “células forestales”.
Cada vecino inspira y convence a otros para ampliar los corredores de selvas secas que ahora ya suman 50 hectáreas en la región.
Lo anterior es un ejemplo claro de sensibilización aplicada, teoría que se pone en práctica y que tiene todo que ver con un buen manejo de parcelas. Así, por ellos mismos, sin tener que recibir premios o incentivos de fuera, al mismo tiempo que producen, conservan.
ECOSTA produce muchos más alimentos y productos que puedes probar y consumir. Cuentan con abonos orgánicos, semillas, bioplaguicidas, aceites comestibles (oliva, coco, moringa, chaya); bebidas (café, atoles, tepache, chocolate, fermentados, licores); condimentos, endulzantes, mermeladas, salsas, tostadas, cosméticos, repelentes y productos medicinales.
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