Sí, también se hace vino espumoso en Chile y los pronósticos de esta bebida que destaca por su diversidad de estilos y calidad son muy alentadores.
De acuerdo con el reporte más reciente del International Wine and Spirit Trends, se espera que este país supere a Francia como proveedor de vino espumoso en el Reino Unido para 2021, y la misma tendencia se prevé para Asia, Colombia y Brasil.
La utilización de tecnología en las bodegas, pero sobre todo, el entendimiento de los terruños, son los responsables de este notable crecimiento.
Viña Valdivieso, una bodega chilena fundada a finales del siglo XIX, es líder en el mercado doméstico y de exportación.
La bodega de producción de vinos espumosos de Viña Valdivieso se encuentra en la agitada ciudad de Santiago de Chile, alguna vez rodeada de viñedos, pero devorada por el crecimiento urbano. Actualmente, la fruta con la cual produce sus vinos proviene de una diversidad de plantaciones, lo que deriva en una variedad de características en sus caldos tanto espumosos como tranquilos.
El enólogo y actual Export Manager de Viña Valdivieso, Cristian Urra, nos recibe con una sonrisa. Esta bodega chilena puede presumir ser la primera productora de vino espumoso con el método Champenoise en Sudamérica (y posiblemente en todo el continente americano).
En el impresionante palmarés de premios internacionales se presume un diploma de una medalla de oro “por la fabricación de champaña“, el reconocimiento mundial más antiguo de la bodega (en 1978). La champaña se refiere a su vino espumoso, un aspecto absolutamente insólito para la legislación actual de las Denominaciones de Origen Europeas
Cristian Urra explica que la empresa inició en 1879, cuando don Alberto Valdivieso se empeñó en crear Champagne Valdivieso. Empezaron con una bodega que producía vinos tranquilos, pero se percataron de la necesidad de vinos espumosos en Chile. Sin embargo, por las condiciones del transporte en aquella época, el producto europeo llegaba en muy malas condiciones.
“Como no había ninguna otra casa productora, no había alternativa más que producir una bebida así en Sudamérica”, cuenta Cristian Urra. Así, Alberto Valdivieso y su padre decidieron contratar a un enólogo experto en el método Champenoise e importaron diversas variedades de uva desde Francia, entre ellas las clásicas que se utilizan para la elaboración del champagne -como la chardonnay, la pinot noir y la pinot meunier-, y también otras como cabernet sauvignon, merlot y carménere.
Con el paso del tiempo, Viña Valdivieso se convirtió en el principal productor de vino espumante para Chile y Sudamérica, y hoy ya expandió sus fronteras a los mercados europeos y asiáticos.
La disputa por el nombre champagne ocurrió en 2010 con la puesta en marcha del acuerdo comercial entre Chile y la Comunidad Económica Europea, con lo que se prohibió el uso del término champagne para los chilenos.
Más allá del uso de la palabra champagne, lo destacable fue la adaptación de las variedades de uva al territorio chileno y la experiencia que se fue desarrollando a través de los años.
Y un dato relevante: está documentado que Valdivieso regresó material vegetal a Francia cuando los viñedos galos fueron devastados por la filoxera.
Como Chile en un país susceptible a terremotos, Viña Valdivieso tuvo que crear un práctico método para apilar las botellas y evitar su destrucción durante algún sismo.
Su amplia línea de vinos se enriquece de la diversidad de terruños de los que se abastece, como Valle de Limarí, Casablanca, Leyda, Maipo, Apalta, Colchagua, Curicó, Maule, Itata y el más austral, Bío Bío, los cuales proveen las uvas para vinos espumosos y tranquilos, tanto blancos como tintos.
Entre ellos destaca el famoso Caballo Loco, nombrado así por el mote de su creador, Jorge Coderch, quien impuso la novedad en Sudamérica de crear un vino con la mezcla de diferentes añadas.
Al catar las variedades de vino espumoso de Chile se revelaron dos datos importantes. En primer lugar, la calidad de sus productos elaborados con el método Charmat, de fina burbuja, expresión aromática y acidez refrescante, sumamente competitivos en comparación con otras D.O del mundo.
Por otro lado, los hechos con el método champenoise o método tradicional mostraron sofisticación en aromas, acidez vivaz y un gran paso por el paladar.
*Sobre José Sandoval: escritor sobre gastronomía y vinos. Sommelier por la escuela Vinicultura del enólogo Jesús Diez. Ha obtenido el Nivel 1 del programa de certificación de la Court of Master Sommeliers. Catador en guías de vinos y Concurso México Selection”.