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Mucho más que waffles: lo mejor de la gastronomía de Bélgica

Por Animal Gourmet

La cocina belga es producto de su ubicación geográfica, una combinación entre la gastronomía británica y nórdica con mucha influencia de técnicas francesas. En este pequeño país hay tres regiones: Flandes -el único con línea de costa-, Valona, colindante con Francia, y la capital, Bruselas. Las tres tienen identidad propia, pero comparten los mejores ingredientes y recetas tradicionales.

El pan y el queso abren las mesas de todos los belgas. Generalmente encuentras productos elaborados con leche de vaca y madurados a baja temperatura. El pan para acompañarlo se llama cramique, es de trigo con cebada y pasas.

Los platos principales

El pescado y todos los productos de mar son muy consumidos en este país. Uno de los platillos más emblemáticos de Bruselas son los mejillones al vapor, generalmente sazonados con apio, echalote, vino blanco y perejil. También son comunes platillos como el tomat garnaal -jitomates rellenos de camarón- y croquetas de diversos mariscos.

El motivo por el cual Bruselas tiene buen pescado es que en el siglo XVI existía el Canal de Willebroek, que conectaba la capital con el Río Escalda, Amberes y finalmente, el Mar del Norte. En el siglo XIX se cerró este canal y se instaló un mercado de pescado que hoy es epicentro de los mejores lugares para comer en Bruselas.

El hogar de las papas “a la francesa”

Las famosas coles de Bruselas son endémicas de este país, aunque no son los únicos vegetales deliciosos que se producen. Los espárragos blancos se encuentran en Flandes de abril a junio y se cocinan ‘a la flamenca’ en mantequilla con cebolla, huevo duro y perejil picado.

Sin embargo, la guarnición consentida de los belgas es simple y deliciosa: se trata de papas a la francesa.
Irónicamente, fueron inventadas en este país y no en Francia como todo mundo cree, y suelen acompañarse con mayonesa recién hecha y sal. Además, es muy común encontrar puestos que las venden por las calles.

Miles y miles de cervezas

Si te gusta la cerveza, este es el lugar para beberla: ¡solo aquí existen más de 1,400 variedades distintas! Esto quiere decir que para probarlas todas en un periodo de un año tendrías que tomar cuatro diferentes al día.

A finales de 2017, la UNESCO catalogó la tradición cervecera en este país como Patrimonio Cultural Intangible de la Humanidad. De igual manera, esta bebida se utiliza como ingrediente para preparar estofados de carne de res.

Tierra de postres

Los postres y dulces belgas no se quedan atrás. Resulta imposible no relacionar los waffles con Bélgica, aunque las recetas tradicionales tienen poco que ver con lo popularmente conocido. En Bruselas los encuentras crujientes, cubiertos con azúcar glass y crema y si quieres, algún otro topping. En la región de Valona es más suave, parecido a un pan brioche.

El chocolate belga es uno de los más famosos y finos del mundo. Las marcas más caras de este producto provienen de este país, gracias a que se diferencian del resto por utilizar solo manteca de cacao y la minuciosa elección de los granos de cacao. En el pueblo de Wieze se encuentra la fábrica de chocolate más grande del mundo, que produce más de 270,000 toneladas al año.

Además, puedes encontrar bombones de chocolate en todas las presentaciones. En Bruselas es típica la recreación del Manneken Pis, su monumento más famoso- macizo o con relleno de cualquier sabor-. Completa la experiencia y cumple el antojo entrando a alguna chocolatería de las calles peatonales que llegan al centro.