Están llenos de beneficios y tan solo en México existen 250 mil especies de hongos, de las cuales solo se conoce el 4%, según información de la UNAM.
En la ciudad de México, se consumen más de 79 especies silvestres que provienen de pueblos aledaños a zonas boscosas en el Estado de México, Puebla, Tlaxcala y Morelos.
No son vegetales ni frutos, son seres vivos que pertenecen al reino fungi. Se distinguen del reino vegetal porque no tienen clorofila y por ello no pueden realizar la fotosíntesis, es decir, producir su propio alimento; así que dependen de otros organismos para nutrirse.
La Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad (Conabio) explica que este reino es esencial en el reciclamiento de nutrientes en todos los hábitats terrestres, pues contribuyen a regular las poblaciones de plantas, animales e insectos que parasitan, y forman asociaciones con otros organismos. (Para conocer imágenes maravillosas sobre este reino, puedes acceder al banco de imágenes publicado por CONABIO aquí).
Según El Poder del Consumidor, el cultivo y producción de hongos silvestres inició hace más de 2 mil años en China y actualmente se comercializan más de 200 mil toneladas a nivel mundial.
Los hongos estuvieron presentes en la alimentación de diferentes civilizaciones de Mesoamérica y los aztecas los llamaban nanacatl, que significa carne.
Ahora entiendo por qué la principal opción vegetariana o vegana para sustituir la carne, sobre todo en hamburguesas, es el hongo portobello. El Poder del Consumidor reporta que desde los años 30 se cultiva en México el champiñón, las setas, los shiitake, los portobello y el cuitlacoche.
Desde el punto de vista medicinal, los hongos han tenido un rol de gran importancia. Según la nota ya citada de la UNAM, el descubrimiento de los antibióticos a partir de sustancias encontradas en estos organismos revolucionó la medicina e incrementó la esperanza de vida de la humanidad.
Los hongos tienen gran capacidad para producir sustancias con propiedades terapéuticas y con efectos antimicrobianos, antifúngicos, antitumorales, antivirales, antinflamatorios, antioxidantes, antihipertensivos y otros más.
No por casualidad la medicina china aprovecha y utiliza los hongos para tratar algunas enfermedades desde hace siglos. Por ejemplo, en una nota de Science Direct se expone que el uso medicinal del hongo shiitake se divulgó desde la Dinastía Ming (1368-1644) y se dio a conocer como un tónico que podía revertir síntomas cotidianos como dolores y fatiga asociados con el envejecimiento.
También se le ha asociado a la salud del corazón, a la eficacia contra enfermedades de pulmón e hígado y como tratamiento para el cáncer.
Una nota publicada en HuffPost reporta que seis especies de hongos medicinales y sus extractos se usan en todo el mundo para tratar el cáncer y fortalecer el sistema inmune. Los principales son el hongo reishi y el shiItake, que puedes encontrar en México, aunque es importante que busques los cultivados con técnicas agroecológicas.
Estas maravillas comparten una serie de cualidades que sobre todo fortalecen nuestro sistema inmune y por lo tanto previenen o ayudan a enfrentar diversas enfermedades. Algunas de las principales propiedades de los hongos son:
Como dice el Dr. Mercola, quien por cierto genera toneladas de información útil en pro de la salud, no hay otra fuente de alimentos con tantos beneficios y rodeada de tal magia como los hongos.
Incluso tienen un rol más allá del alimenticio en el equilibrio del planeta por su capacidad de restaurar los ambientes que han sido devastados por contaminación; por su naturaleza de lucha en contra de virus y otras enfermedades; por matar plagas de hormigas, termitas y otros insectos sin necesidad de agroquímicos y por crear combustible sustentable.
Los beneficios de los hongos existen pues absorben todo lo que hay a su alrededor y lo concentran, ya sean nutrientes o contaminantes.
Si son cultivados con métodos agrícolas tradicionales, seguramente serán hongos concentrados en metales pesados, agua y suelos contaminados; si son producidos con técnicas agroecológicas u orgánicas serán concentrados en nutrientes y libres de sustancias tóxicas.
En uno de esos libros que marcan la vida –La enfermedad como camino de Rudiger Dahlke y Thorwald Dethlefsen- leí una frase que se quedó para siempre en mi interior: “nuestro hígado es el órgano encargado de distinguir entre alimento y veneno.”
A continuación te compartimos espacios ideales donde puedes conseguir estos vegetales y comprar directo a los productores: