Si vives de este lado del mundo, es probable que lo único reconocible de Croacia sea el par de futbolistas que han hecho un papel impresionante en el Mundial Rusia 2018 -Luka Modric e Ivan Rakitic-, pero… ¿qué tal su cocina?
Es difícil distinguir los platos 100% croatas porque la cocina de este país tiene influencia de ingredientes y sabores de naciones vecinas o que alguna vez lo ocuparon.
La cocina tradicional croata tiene similitudes con la italiana, la austriaca, la húngara y la turca, y como en casi todas las naciones, varía de región a región.
En Dalmacia y las islas -¡este país tiene más de mil!-, la cocina se basa en pescados, vegetales, aceite de oliva y sazonadores como ajo, romero y perejil, muy al estilo mediterráneo.
Por otro lado, la comida del Zagreb (la capital y la zona central), es muy similar a la comida del centro de Europa, con mucha carne y guarniciones elaboradas con papas y otros vegetales.
En la zona de Istria, la cocina es muy parecida a la de Dalmacia, aunque posee sus propias técnicas y platos, como la manestra, una sopa de frijoles que se prepara solo en esta región, o el fuzi, una pasta casera.
La región de Eslavonia es amante de la carne de puerco, así que esta proteína es protagonista en varios de los platillos.
A continuación, un vistazo a ocho platos superclásicos de Croacia:
Este bocado es chucrut –col fermentada- relleno de una mezcla de carne picada, arroz y especias, muy popular en invierno. En verano, en lugar de rellenar chucrut, los croatas utilizan pimientos.
Todos los restaurantes de comida marina tienen este risotto negro en sus menús. Básicamente es un risotto con tinta de calamar y otros mariscos como mejillones, almejas y más conchas.
Este pan es originario de Eslovenia, pero ahora es muy popular en Croacia. Está relleno de queso ricota y crema agria y se puede preparar de dos maneras: hervido u horneado. En la capital hay un restaurante que solo sirve este plato y sus diversas variantes, se llama La Struk.
Es el plato más popular de Dalmacia y es tan tradicional que cada familia tiene una receta propia. En general, la pasticada es filete de ternera bebé marinado en vinagre de vino durante varios días; posteriormente se cocina durante horas, primero en su propio jugo, y después en vino tinto. Se sirve con gnocchis caseros.
Clásico de las costas croatas, este platillo es básicamente un caldo de pescado. Como sucede con la pasticada, cada familia también tiene una receta y una manera peculiar de hacer el brudet. El pescado se cocina con cebollas, salsa de tomate y especias. Ya cubierto con agua se cocina a fuego lento durante horas y se le agrega laurel y pimiento para brindarle más sabor.
Es el plato más común en los restaurantes de la región de Istria. Esta sopa de frijoles se cocina durante horas a fuego lento con “pest” –una pasta hecha de panceta, ajo y perejil que se añade a la sopa cuando comienza la cocción- y luego se le añade carne curada como prosciutto para resaltar el sabor. La manestra tiene variaciones; se puede preparar con maíz o con col curada.
Este pay salado o quiche está relleno de acelgas y es muy típico de la región de Dalmacia. El ministerio de Cultura de Croacia lo considera patrimonio inmaterial del país; para celebrarlo, cada año se realiza un festival en el que varias familias compiten por elaborar el mejor soparnik.
Son galletas tradicionales que se preparan desde el siglo XVI. Llevan pimienta negra, nueces, miel, mantequilla, avellanas y otras especias.