No es un mito: hay alimentos que favorecen la producción de flatulencias, es decir, que nos tiremos gases.
Los frijolitos, por ejemplo. ¿Cómo se convierte ese suculento plato de frijoles rancheros en pedos? Mira:
Además de los frijoles hay otros alimentos que también te provocarán gases. Consúmelos bajo tu propio riesgo.
Ingredientes como el sorbitol, manitol, isomaltosa y xilitol –presentes en productos sin azúcar como chicles y dulces- causan gases. Revisa las etiquetas y si tienen las siglas MCN, RDN o LD aléjate de ellos. Mejor opta por productos hechos con stevia, sirope de maple o de plano azúcar.
La inulina y la raíz de achicoria son fibras que se le añaden a algunas barritas y los cereales. Lo malo es que este par de aditivos causan gases e inflamación. ¿La recomendación? Revisa los ingredientes.
Alrededor de 75% de la población a nivel mundial ha perdido la capacidad de procesar correctamente la lactosa, una de las azúcares presentes en los lácteos. Quizá seas intolerante a este componente si al comerlos te da diarrea, te inflamas o tienes gases.
Hay gente que tolera lácteos con menor porcentaje de lactosa como el yogurt, el queso ricotta, el cottage, el parmesano, el suizo y el cheddar.
El brócoli, coles de bruselas, la berza y el kale son exquisitos y nutritivos, pues tienen un alto contenido de fibra. Justamente por esta razón pueden provocarte gases e inflamación. Los vegetales crucíferos tardan más tiempo en moverse por el sistema digestivo, por lo que están más expuestos a las bacterias estomacales, las cuales fermentan las fibras y resultan en gases. Una forma de disminuir este efecto es tomar mucha agua o tomar una enzima antes de comer.
Los alimentos altamente procesados y con altos niveles de azúcar pueden estimular la producción de flatulencias. El azúcar alimenta las bacterias de nuestros intestinos, lo que causa fermentación, un proceso en el que el azúcar se transforma en gas.
Sí, la cerveza libera dióxido de carbono que se acumula en tus entrañas y da como resultado gases apestosos. Fácil: si consumes demasiados productos con levaduras tendrás muchas muchas flatulencias.
La proteína se asienta en el estómago por más tiempo, lo que produce azúcares y un incremento en las bacterias, lo que –ya sabemos- lleva a fermentación y a la producción de gases. No te asustes, no es necesario que renuncies a tu jugoso bistec, lo único que debes hacer es masticar muy bien la carne y disminuir la cantidad que consumes.
Hay algunas personas que se inflan cuando consumen este tipo de bebidas. El ácido y la fructosa presentes en estas bebidas son las responsables de inflarte, por lo que si eres muy sensible a estos componentes lo mejor es que elijas bebidas naturales.
Muchas personas son sensibles al gluten y no lo saben. Si te sientes inflamado y con gases después de comer alimentos elaborados con trigo quizá quieras considerar reducir el consumo de este tipo de productos. Consulta a tu médico.
La avena es muy saludable, pero a veces tus intestinos protestan. Si descubres que andas flatuliento después de comer avena reduce tu consumo.
Sí, las nueces son supernutritivas por sus altos niveles de proteína, grasas saludables y fibra, sin embargo, no son tan fáciles de digerir y generan gases. ¿Las más “explosivas”? Las nueces de la India.
Los frijolitos son maravillosos porque son altos en proteína, fibra, antioxidantes y para nada costosos. Sin embargo, tienen un tipo específico de azúcar que nuestro intestino no puede procesar. Cuando los frijoles llegan al colon, las bacterias comienzan a fermentar estas azúcares y a producir gas. Para evitar vergüenzas, mastícalos muy bien y evita comerlos con lácteos y azúcares porque empeorarás la bomba.
Sí, puede parecer como el postre perfecto después de una comida sustanciosa, pero en realidad no es lo mejor para tu estómago. El azúcar presente en las frutas se fermentará y te producirá gases. Si no tienes otra opción, elige frutas como limas, uvas, aguacates, granadas, sandías y jitomates.