Alrededor de las 13:14 horas del 19 de septiembre de 2017 comenzó a temblar en Puebla, Morelos y la ciudad de México. Minutos después, uno de los edificios de la calle Chilpancingo, esquina con Avenida México, en la Condesa, tenía ventanas, paredes rotas y fugas de gas; fue uno de los edificios de la colonia que quedó inhabitable. Los negocios que estaban en la planta baja –ChaiBar, Falafelito, un local de cochinita pibil, uno de café, una tienda de churros recién inaugurada y una tiendita- cerraron sus puertas definitivamente.
“Inmediatamente tuvimos que evacuar. Fue un shock”, dice Ana Desvignes, dueña de ChaiBar, negocio que llevaba ocho años en la calle Chilpancingo y que empezó hace 15 en la colonia Lomas de Chapultepec. “En ese momento no pude pensar mucho porque me comprometí con el centro de acopio del Parque México. Sacamos algunos muebles del negocio para utilizarlos en él”.
Ana ya estaba resignada a que ChaiBar no volvería a abrir sus puertas en la ciudad de México, hasta que la demanda de la gente y los dueños del mercado gourmet Parián Condesa le dieron una segunda oportunidad a esta barra de chai apreciada por su mezcla perfecta de especias, leche y té.
Hacer chai no es cosa fácil. Ana aprendió a prepararlo con un maestro de yoga en la India y muchos años después sus amigos le sugirieron que abriera un negocio. Lo especial de ChaiBar es que sus bebidas no son instantáneas, sino que realmente se cocinan al momento.
Las especias –cardamomo, canela, clavo, jengibre y pimienta– están mezcladas para lograr una armonía de sabores inigualable.
Aunque el origen del chai es incierto, no cabe duda que nació en Asia hace cientos de años. La leyenda cuenta que un rey –no se sabe si indio o tailandés- creó el masala chai con propósitos de limpieza del cuerpo y espíritu; en aquellos tiempos solo era una mezcla de especias servida caliente o fría, sin hojas de té.
En 1835 los británicos comenzaron a cultivar té en Assam, India, por lo que las hojas de té negro comenzaron a incorporarse a las recetas de masala chai de la región, además de la leche y el azúcar.
El clásico chai es la mezcla de té negro, especias, leche y azúcar, perfecto para beber en la mañana debido a sus propiedades estimulantes parecidas a las de un café espresso.
Además, ChaiBar tiene una variante maravillosa para las personas muy sensibles a la cafeína: el chai lemon grass, que en lugar de llevar té negro se prepara con zacate limón, una bebida calientita y fresca al mismo tiempo.
Esta barra de chai cuya historia comenzó en la ciudad de México ya tiene dos sucursales más, una en Valle de Bravo y otra en Tulum. En Valle de Bravo, además, es un restaurante vegetariano con una barra de bebidas inteligentes a base de superalimentos, y una boutique con artesanías de todo el mundo, pero sobretodo locales, aceites esenciales y productos de dermatología naturales.
El ChaiBar ya está listo para continuar su historia.
Dirección: Avenida Nuevo León 107, colonia Hipódromo, dentro de Parián Condesa.
Instagram: @chaibarcondesa
Twitter: @chaibarcondesa
ChaiBar Valle de Bravo
Dirección: Paseo Acatitlán, Avándaro, Valle de Bravo, Edomex.
Instagram: @chaibarvalle
Facebook: facebook.com/chaibarvalle
ChaiBar Tulum
Dirección: Carretera Tulum Boca Paila km 7.5, Tulum, Quintana Roo
Facebook: facebook.com/chaibartulum
Instagram: @chaibartulum