Una de las mejores formas de disfrutar una reunión es con las personas que más aprecias en compañía de comida y bebida exquisitas. La experiencia comienza desde poner la mesa; no se trata únicamente del impecable orden de los cubiertos y los platos, sino de la representación de un apapacho a través de los detalles.
“La mesa es un punto de encuentro entre familiares y amigos. En ella se crean lazos de comunicación que perviven por largo tiempo en nuestras mentes y así también es el reflejo de nuestro comportamiento. La mesa debe ser un lugar grato y placentero”, dice Adriana De Vizcaya Corzo, directora de Producto y Mercadotecnia de cuentas de consumo para México y Latinoamérica en Lead Image, con extenso conocimiento en el área de hospitalidad y el servicio.
Adriana de Vizcaya explica que la etiqueta y el protocolo no son exclusivos de la clase social alta ni de esferas elitistas; existen para que las relaciones entre los seres humanos puedan llevarse de manera cordial, agradable y con orden. Mas allá de un conjunto de reglas, ella lo llama “saber estar”, recibir y ofrecer atención al momento de disfrutar los alimentos.
No es necesario usar vajillas de porcelana y cubiertos de plata; hasta la mesa más casual puede tener un orden y cuidado de los detalles para crear un ambiente armonioso y placentero.
A continuación te ofrecemos una guía básica para poner tu mesa muy bien:
La servilleta se coloca a la izquierda del plato o en el centro del mismo, siempre y cuando no sea hondo.
Si como invitado te ofrecen servilletas de papel, bajo ninguna circunstancia está bien hacerla bolita y arrojarla en medio del plato; lo correcto es limpiarte la boca, doblarla y meterla debajo.
Para una mesa casual puedes utilizar un solo plato; para una más formal se colocan tres. De abajo hacia arriba, el tercero y más amplio es para la carne, el segundo es para la ensalada y el primero para la sopa.
Por el lado superior izquierdo va el plato para el pan. ¿Por qué? Es un planteamiento lógico: se corta con la mano derecha, por lo que debe sujetarse con la izquierda. Si tus invitados son zurdos, colócalo del lado contrario.
No todos contamos con vajillas y por practicidad no es pecado ofrecer desechables, excepto por los vasos rojos y los platos de unicel. Ahora es sencillo encontrar desechables con bellos diseños que puedes reutilizar para no dañar el medio ambiente.
Los cubiertos comienzan a utilizarse de afuera hacia adentro, de modo que los del plato de entrada son los de más afuera y así sucesivamente.
A la derecha del plato se deben colocar los cuchillos con el filo hacia la izquierda. Junto al plato va el cuchillo de la carne, le sigue el del pescado y si hay sopa, una cuchara.
Si ofreces o te ofrecen una entrada de camarones habrá un tenedor especial en el extremo derecho. Este es el único tenedor que se permite de ese lado.
Del izquierdo van los tenedores, siguiendo el mismo orden.
Los cubiertos del postre van en la parte posterior del plato. La cuchara va mirando hacia la izquierda y el tenedor hacia la derecha, uno debajo del otro.
En la mesa no debe de haber más de tres copas acomodadas en la parte superior derecha del plato; una copa para el agua, otra para para el vino blanco y la tercera para el vino tinto.
Estás de manteles largos, así que utiliza uno alusivo a la ocasión; haz que las servilletas combinen con el mantel y la vajilla, visualmente es un detalle importante.
Recuerda no excederte en elementos decorativos; solo entorpecen el movimiento en la mesa y son obstáculos para la comunicación y el contacto visual entre los comensales.
¿Todo listo? Ahora sí, entonces ¡a comer!