En los últimos años, la tendencia de la comida negra ha ido viento en popa. El impacto visual de un plato completamente negro extrañamente atrapa la atención por su misterio y elegancia como un bello vestido negro.
Vivimos en una época de obsesión cuando hablamos de nutrición, salud y no dejamos de insistir en “desintoxicar” del cuerpo, situación que provoca gastar cantidades asombrosas de dinero y atiborrarnos de alimentos de moda, con pocas pruebas de su eficacia.
En Instagram la comida negra esta en boca de todos; es cierto que la base negra de una pizza puede tener buen sabor pero la idea de comerla por privilegiarte de una bomba de nutrientes…únicamente estás perdiendo tu tiempo y dinero.
Hay un ingrediente clave en toda esta comida negra como la noche: carbón activado. Este elemento tiene un sabor terroso, ligeramente ahumado y su coloración es oscura, característica que le dan un toque premium a la comida y la convierte en LA sensación en redes sociales.
En los hospitales actuales, el carbón activado se utiliza para tratar algunas sobredosis e instancias de intoxicación aguda, ya que puede absorber ciertas toxinas en el intestino antes de que ingresen al torrente sanguíneo.
Los veterinarios pueden recetarlo a perros que hayan ingerido sustancias tóxicas para ellos, como el chocolate.
Sin embargo, hay un uso para el carbón que sí esta recomendado para aplicarlo en la dieta y está aprobado por el Servico Nacional de Salud.
El carbón activado puede utilizarse como tratamiento para la flatulencia excesiva. En este caso, se indica 1 gramo de carbón activado al menos 30 minutos antes de una comida y 1 gramo después de la comida.
No hay evidencia que sugiera que tomar un jugo, un pan, un helado o lo que sea, de carbón activado, pueda tener otros beneficios para la salud, incluido un el efecto de desintoxicación en el cuerpo.
Según la Fundación Británica de Nutrición, se desconoce que el carbón activado tenga propiedades tradicionales importantes para actuar como un suplemento.
Aunque técnicamente está hecho del mismo material que las bloques de carbón que utilizas para las parrilladas veraniegas, el carbón activado es distinto.
El carbón activado de tipo alimentario se produce -con mayor frecuencia- calentando cáscaras de coco a temperaturas extremadamente altas hasta que se carbonizan o se queman por completo.
La ceniza resultante se procesa luego con vapor o aire caliente a temperaturas igualmente altas para producir una “estructura microporosa”.