Tal vez pensabas que los escamoles o los chapulines eran alimentos exóticos, pero al parecer países como Japón y Australia nos llevan la delantera en cuanto a platillos raros.
Si algo tenemos en este mundo es una amplia diversidad culinaria. Hay alimentos que se consumen de forma regular en algunos países pero que en otros son considerados como exóticos, exclusivos para aventureros o incluso como abominables.
Te invitamos a leer este artículo únicamente si estás dispuesto a sorprenderte de las excentricidades gastronómicas que existen en otros países.
Este plato es un corazón de oveja, hígado y pulmones picados y mezclados con cebollas, avena, suero y sazonado con sal y especias cocidas dentro del estómago del animal. ¿Te atreverías a probarlo?
Este estofado está hecho con patas y cabeza de vacas. Anteriormente se comía únicamente en invierno, pero ahora puedes disfrutar de esta delicia en cualquier época del año.
Aunque tal vez es desagradable a la vista aparentemente tiene un sabor parecido al calamar o al pulpo.
Literalmente es una galleta que en vez de chispas de chocolate tiene avispas completas. Consume bajo tu propio riesgo porque los aguijones ¡son enormes!
Este era uno de los alimentos favoritos de los australianos indígenas. Se encuentran dentro de la madera y se pueden comer crudos -supuestamente saben a almendra- o ligeramente cocidos para que la parte externa tenga una textura crujiente y el interior suave. Sin duda toda una experiencia de sabores y sensaciones.
Definitivamente un platillo para aventureros no solo por su precio -que va de 300 a 500 euros por porción-, sino por su origen. Es el semen de una especie de pez globo conocido como Fugu, tiene una textura gelatinosa y es de tonalidad blanca, una combinación que sin duda lo hacen un platillo que pocos se animarán a probar.
Un platillo que puede resultar letal para el que lo consuma, ¡puedes acabar ahogándote si no lo masticas bien! La razón de esto es que es una especie de pulpo coreano que se come ¡vivo! Sin duda es toda una lucha a la hora de comerlo, desde atraparlo hasta tragarlo, ya que las ventosas se pueden adherir a tu garganta y asfixiarte. Se come entero, en pedacitos o en brocheta.
Este exótico platillo consta en hervir un embrión de pato en su cascarón; es un platillo usual para comer en las calles acompañado de una cerveza. ¿Tendrías corazón para comerlo?