Nada como el olor del café recién hecho en la mañana, ¿cierto? Esta bebida es la inyección de energía matutina que deleita nuestro paladar, levanta el ánimo y despierta la mente. Sin embargo, por más triste que parezca, a veces hay que decir “no, gracias” o “paso” a esa fantástica tacita de café, especialmente cuando tenemos síntomas de ansiedad o los nervios crispados por algún acontecimiento estresante.
La cafeína es el estimulante del sistema nervioso central que más se consume a nivel mundial y gracias a recientes estudios su consumo ahora es más aceptado y catalogado como benéfico. Sin embargo, no todos pueden gozar de sus propiedades, ya que el consumo de café y de otras bebidas con cafeína está contraindicado en personas que padecen ansiedad, pues podrían empeorar los síntomas.
La cafeína es la droga que altera el ánimo más ampliamente y tiene, en gran medida, efectos benéficos sobre el estado de alerta, la atención y otros comportamientos similares. Pero como todo, su consumo en exceso puede traer problemas a personas especialmente sensibles del sistema nervioso.
El café es considerado una sustancia que puede agravar algunos trastornos psicológicos, pero seamos claros: por sí sola la cafeína no genera ansiedad; si ya tienes síntomas de este padecimiento o te sientes muy nervioso lo que hará será aumentar tu frecuencia cardiaca, por lo tanto te sentirás peor.
En un estudio, el científico Sergi Ferré describió la cafeína como un psicoestimulante con los mismos efectos en el sistema nervioso central que los psicoestimulantes clásicos como la cocaína y la anfetamina en el sentido de que aumenta la actividad motora, es decir, que induce la excitación. En el caso de personas con ansiedad, el consumo de seis o más tazas de café diarias pueden desencadenar efectos como hipersensibilidad al dolor e hipoxia (una disminución de la protección frente a posibles decrecimientos de oxígeno de las células del sistema nervioso).
Por otra parte, Roland Griffiths, profesor en los departamentos de psiquiatría y neurociencia en la Universidad Johns Hopkins School of Medicine, afirma que la cafeína puede desencadenar y empeorar la ansiedad y los trastornos de pánico causando nerviosismo, dolores de cabeza y taquicardias.
A pesar de que algunas personas pueden sentirse más centradas y disfrutar del rush de energía que da la cafeína, las que son propensas a la ansiedad a menudo se sienten más nerviosas. El Instituto Nacional de Salud Mental recomienda que las personas que sufren de este tipo de trastornos eviten la cafeína, ya que puede empeorar los síntomas.
Para momentos díficiles y estresantes, mejor unas infusiones herbales.