En la profundidad de tu alacena, ahí junto a decenas de ingredientes olvidados, seguramente se esconde un vinagre de manzana que alguna vez utilizaste para un par de recetas especiales. Quizá es hora de recuperarlo.
Además de su versatilidad culinaria, este producto está relacionado con beneficios para tu salud y es un económico ayudante doméstico.
El vinagre recibe su nombre del latín vinum acre, es decir “vino agrio”, y es básicamente ácido acético diluido que se produce por medio de la fermentación de un sinnúmero de productos, en este caso, la manzana.
En cualquiera de los tipos -blanco, de arroz, balsámico, de Jerez, de malta, etcétera- los beneficios se le atribuyen este componente, principal responsable de su sabor y olor ligeramente agrio.
Para la cocina basta con mezclar una cantidad de vinagre de manzana con perejil, ajo y limón y ya tienes un aderezo sabroso para una ensalada o una pechuga de pollo; en realidad, este vinagre puede darle mucha personalidad a cualquiera de tus platillos.
Si quieres hacer vinagre de manzana en casa para que realmente sea fuente de beneficios para tu salud –algunos comerciales contienen sulfitos, es decir, conservadores-, te compartimos una receta:
Ingredientes
Así, en 30 días obtendrás un vinagre de manzana. Colar y envasar. No llenar el frasco hasta el tope y abrir diariamente para liberar los gases.
De todos los vinagres, el de manzana es el consentido de los remedios caseros. Te compartimos algunos:
Gracias al porcentaje de ácido acético, el vinagre de manzana tiene efectos bactericidas porque cambia el pH (la medida de acidez o alcalinidad de las sustancias). Muchas bacterias que sobreviven en un medio alcalino mueren al contacto con el ácido.
Después de 10 años de estudiar el compuesto, Carol Johnson, profesora de la Escuela de Nutrición y Promoción de la Salud de la Universidad Estatal de Arizona, en Estados Unidos, encontró que el vinagre de manzana sí puede ayudar a regular los niveles de glucosa y reducir el riesgo de diabetes y otras enfermedades cardiovasculares.
La investigadora mostró que beber una solución diluida de vinagre antes de una comida alta en carbohidratos reduce la respuesta glicémica (el incremento de glucosa en la sangre que se produce tras consumir un alimento).
Johnson explica que el ácido acético bloquea las enzimas encargadas de digerir los carbohidratos de granos y vegetales y previene así la absorción de la glucosa que estos contienen.
Como las grasas son de tipo orgánico, el ácido acético funciona como un detergente que ayuda a despegar y disolver la suciedad.
Este ácido también produce sales solubles en el agua a partir de restos de carbonatos de calcio como los que se acumulan en baños y cocinas, de ahí su capacidad para desincrustarlos. Te dejamos algunos trucos para hacer limpieza profunda.
Ya que el vinagre baja los niveles de azúcar en la sangre y la insulina tiene sentido que pueda ayudar a perder peso.
Varios estudios sugieren que el vinagre puede aumentar la saciedad, lo que ayuda a comer menos calorías. Al reducir la ingesta de calorías esto debería traducirse en reducción de peso, sin embargo, hay que tener claro que el vinagre puede funcionar como apoyo, mas no como solución.
Este síntoma también se ha relacionado con la resistencia a la insulina. Estudios administraron este vinagre durante 90-110 días a mujeres con este padecimiento y los resultados demostraron que 4 de cada 7 mujeres reanudaron su ovulación debido a la sensibilidad mejorada a la insulina.
Las pacientes con este síndrome a menudo necesitan tomar medicamentos para tratar la anovulación y la infertilidad, por lo tanto es beneficioso complementarlos con tratamientos no farmacológicos y simples como añadir vinagre de manzana a la dieta.