Sabemos que esta es una de las temporadas consentidas para disfrutar de un rico pescado o cocteles de mariscos. Si decides prepararlos en casa garantiza que estén frescos: si los compras congelados verifica que estén sellados y no presenten señales de escarcha en su interior; recuerda que no deben permanecer más de tres días en tu refrigerador y que algunos moluscos, como los ostiones, se deben comer vivos, preferentemente.
Según la Sagarpa, estas son seis especies marinas que cuentan con certificación en México y que puedes disfrutar en tus vacaciones o añadirlas regularmente a tu dieta.
Términos de certificación:
Ya sea que los disfrutes al natural o guisados, los pescados y mariscos son de los alimentos más saludables que existen por ser ricos en proteínas. Según datos de la Sagarpa, México se encuentra entre los 10 principales productores mundiales de productos pesqueros y acuícolas de alto valor como el atún, camarón, langosta, mojarra, pulpo y sardina.
Otras especies que también son producidas y capturadas en el país son la almeja, abulón, bagre, barrilete, calamar, caracol, carpa, charal, corvina, erizo, langostino, lebrancha, lisa, ostión, pargo, robalo, sierra y trucha, entre otros.
Las cinco principales entidades productoras son Sonora, con un volumen en 2016 de 439 mil 652 toneladas; Sinaloa, 313 mil 830 toneladas; Baja California Sur, 162 mil 681 toneladas; Baja California, 138 mil 475 toneladas, y Veracruz, 94 mil 195 toneladas, según la Sagarpa.
El otro lado de la moneda son las especies que están protegidas porque ahora se encuentran en peligro de extinción debido a la pesca excesiva. Esta práctica trae consecuencias como la recolección no intencional de especies que no se consumen y que muertas se vuelven a arrojar al mar, además de la captura de especies protegidas que quedan atrapadas en las grandes redes de pesca y la modificación del ecosistema marino, en específico de los corales, encargados de absorber el dióxido de carbono presente en el aire.
“Tenemos que pescar menos y con técnicas menos destructivas, desperdiciar menos, contaminar menos y proteger más” afirma Callum Roberts, biólogo marino y director científico del Programa Internacional para las Condiciones del Océano (IPSO).
Según la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (PROFEPA), son 15 las especies marinas clasificadas en peligro de extinción, entre las que se encuentran 7 especies de tortugas: la tortuga caguama (Caretta caretta); la tortuga verde del Pacífico o prieta (Chelonia agassizi); la tortuga verde del Atlántico o tortuga blanca (Chelonia mydas). También la carey (Eretmochelys imbricata); la lora (Lepidochelys kempii); la golfina (Lepidochelys olivácea) y la laúd (Dermochelys coriácea).
Asimismo, en la lista de especies marinas en peligro de extinción están la totoaba (Totoaba macdonaldi); el manatí del Caribe (Trichechus manatus); el lobo fino de Guadalupe (Arctocephalus townsendi); la vaquita marina (Phocoena sinus); la ballena franca (Eubalaena japónica); la nutria marina (Enhydra lutris); la cacerolita de mar (Limulus polyphemus); y el cangrejo (Typhlopseudothelphusa mocinoi).
Parte de ayudar a que estas especies no se conviertan en meros recuerdos, no hay que consumirlas, especialmente si fueron pescadas de manera silvestre. Por ejemplo, el gobierno mexicano prohibió la pesca silvestre de totoaba en la década de los 70, sin embargo, en 2010 otorgó por primera vez un permiso oficial para comercializarla a un criadero en el sur de Ensenada. Cuando vayas al mercado a comprar tu pescado, pregunta de dónde viene. La totoaba debe estar certificada.
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