La guerra entre los vegetarianos y carnívoros debe acabar ¡ya! Es cierto que cada vez hay más involucrados en la comida vegetariana, sin embargo, privarse de alimentos de origen animal continúa siendo un tema polémico.
Alejemos la idea de que lo vegetariano es insípido y aburrido y solo es para aquellos que viven en un estado de amor y paz. Ahora, la comida vegetariana puede ser igual de sabrosa, completa y nutritiva que la comida de origen animal y no es necesario verla como una limitante de placer. Te compartimos algunas razones para darle una oportunidad a la comida vegetariana.
El cocinar un platillo vegetariano o consumirlo de un restaurante implica reconocer nuevos alimentos y nuevas formas de prepararlo precisamente para sacarle jugo a su propiedades y resaltar sabores para que no te hagan extrañar las bondades de los animales. Como un fritter de coliflor y salvia, un hot dog relleno de leguminosas, cereales, dip cremoso y vegetales al olivo o para el antojo callejero:un tamal de masa azul con elote, almendras y canela de la india
Sea una tendencia o no, las propuestas gastronómicas vegetarianas han evolucionado a la par de cualquier otra. Restaurantes, chefs, libros y blogs se han dedicado a difundir lo delicioso que puede ser la comida vegetariana y la innumerable cantidad de ingredientes de origen vegetal que pueden sustituir hasta el helado más cremoso, pasteles, y platos fuertes.
¿Haz probado unos taquitos de pastor de trigo o una torta de pastor vegetariana? El uso de ingredientes tan frescos y naturales resaltan tanto que no te darás cuenta que la carne no estuvo ahí.
La mejor fuente de donde el organismo adquiere grandes porcentajes de fibra, proviene de los vegetales, frutas, cereales y leguminosas. Mejora y facilita el movimiento del tracto digestivo y produce saciedad, permitiéndonos comer lo suficiente ahuyentando la sensación de hambre.
Además, el sistema digestivo digiere la fibra de forma más lenta lo que permite que los niveles de azúcar no aumenten en la sangre de manera brusca.
Una receta elaborada 100 por ciento de vegetales, cereales, oleaginosas, legumbres y frutas puede ser suficiente para cubrir las necesidades de nutrientes que el organismo requiere. En cambio, un platillo en el cual la carne es la protagonista puede cubrir los porcentajes de proteína, pero se queda deficiente en otros nutrientes como fibra y vitaminas que no es la vitamina B2, además de aportar grasas saturadas, colesterol y cantidades elevadas de sodio.
La compra de carne y otros productos de origen animal es más costosa que los alimentos de origen vegetal. La revolución verde nos ha traído esta ola de “superalimentos” como el kale, semillas de hemp, bebidas vegetales y demás productos con precios muy elevados, sin embargo, son solo complementos de una dieta y no son indispensables; se pueden sustituir perfectamente con alimentos locales y de temporada principalmente frutas y verduras que se cultivan en los campos de pequeños productores que se encuentran en los alrededores de la ciudad, como Xochimilco o Milpa Alta y otros estados de México, incluso de huertos urbanos.
Probablemente sea una de las principales razones por la que hay que amar la comida vegetariana: Ningún animalito inocente se sacrificará para que tú comas.
La industria de la carne es una de las más nocivas para el medio ambiente y la más cruel para los animales. La ganadería produce más del 14 % de las emisiones de efecto invernadero causadas por el hombre, según la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación (FAO) y requiere más consumo de agua que la agricultura.
Por ejemplo, para producir un kilo de ternera se necesitan 15.400 litros de agua y 100 kilos de su proteína requieren 6.000 metros cuadrados de terreno. El mismo peso en lentejas requiere de 5.854 litros de agua y 2.500 metros cuadrados de tierra.