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Comedor Jacinta, un lugar para celebrar la cocina mexicana cotidiana

Por Animal Gourmet

Comedor Jacinta es un lugar “mexicano, cool y con ondita”, así lo define Édgar Núñez, quien también es chef del restaurante Sud777, reconocido como uno de los mejores de México según la lista de los Latin America’s 50 Best.

Por Roxana Zepeda.

A diferencia de Sud777, Jacinta es muy casual, un restaurante que se acerca más a una buena fonda de barrio que a un establecimiento elegante, con cráneos de barro en la pared, cactus y hasta una Virgen con luces en una esquina. El único vínculo entre estos dos restaurantes -además del chef y el amor que pone al preparar los platos- es la filosofía de ser cocinas bien hechas y con productos locales, mexicanos.

En Jacinta, Édgar Núñez recrea platos típicos mexicanos que ha probado durante sus viajes, la cocina de su madre o las de sus amigos y los sabores de las abuelas, en fin, comida que despierta la memoria gustativa de los comensales y que hace homenaje a las mujeres que transmiten los conocimientos de cocina de generación en generación.

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El menú de Jacinta es camaleónico, pues Édgar Núñez busca que la gente no se aburra cuando vaya a comer y siempre encuentre platos nuevos o especiales.

Sin embargo, hay platos que siempre están presentes, como las gorditas de cola de res, la tlayuda de carne añejada o los sopes de tuétano. En este restaurante es imprescindible probar los platillos preparados con maíz de Oaxaca, pues hay dos personas que se dedican al 100% a trabajarlo desde la nixtamalización.

Entre los platos que encontrarás a la carta están la sopa de haba y chile morita, el pollo orgánico con mole, el chile relleno con tamal dulce, el pulpo a la leña en achiote servido con papa y chorizo, la barbacoa de res estilo norteño y los espárragos ahumados con queso fresco de Atotonilco.

Además, la lengua caldosa para taquear, el sartén de camarones gobernador, la sopa de chicharrón prensado, el filete de atún al pastor, el huachinango zarandeado, el espinazo de cerdo en pepián verde, la lengua de res con verdolagas y chile morita, el cebiche de caracol estilo Progreso, los ostiones a la diabla y el aguachile rojo de camarón.

Entre los postres que puedes probar están el arroz con leche de cítricos, el flan de cajeta, la natilla de cacahuate, los helados y la capirotada de pan brioche con mermelada de tomatillo, cacahuate, pepita, pasas, queso, nuez y almendras.

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Como buena fonda, Jacinta también ofrece comida corrida. El menú completo es de cinco tiempos, cuesta 380 pesos y hay uno específico para vegetarianos. El agua del día está incluida, la preparan con frutas naturales y diario cambian el sabor. La de papaya con apio es deliciosa y muy refrescante.

Comer en Jacinta no es un dolor en el bolsillo, pues hay comida para todos los gustos y presupuestos. Si no quieres la comida corrida, puedes elegir platos a la carta que van desde los 55 pesos (los tlacoyos), hasta los 415 pesos (el huachinango zarandeado que además es para 2 personas).

Los ingredientes para los platos son locales. Algunos vegetales provienen del huerto de Édgar Núñez -los jitomates, por ejemplo-, los lechones son de Querétaro, el atún de Ensenada y los quesos de Oaxaca. Con estos, Núñez prepara un queso en salsa roja con un toque picante, pero equilibrado y delicioso.

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Una característica importante de la cocina del chef Édgar Núñez es buscar aprovechar todos los ingredientes y evitar el desperdicio, por lo que algunos elementos que no se consumen en Sud777 -por el concepto del restaurante, mucho más sofisticado-, se convierten en manjares en Jacinta. La terrina de manitas de cerdo que puedes comer en este lugar proviene del lechón que se prepara en Sud777.

Terrina de manitas de cerdo.

Terrina de manitas de cerdo.

Jacinta también es ideal para tomar un trago después de un arduo día de trabajo en la oficina, pues tiene una barra con una cantina muy bien surtida de tequilas y mezcales principalmente, donde puedes ordenar por copa, botella o en coctel.

Prueba las margaritas de sabores exóticos, como la margarita de chapulines hecha con mezcal y tamarindo, los jarritos de coctelería con pulque, los toritos y otras bebidas mexicanas.

Si de vinos se trata, Jacinta tiene una carta donde los mexicanos son los protagonistas, aunque también tiene algunos españoles y de la Ribera del Duero. Si te gusta la cerveza artesanal de barril, la opción es la Hércules (de Querétaro).

Todo en Jacinta es mexicano, desde los ingredientes, hasta los elementos decorativos y la mano de obra empleada para hacer posible este sueño de Édgar Núñez.

Dirección: Virgilio 40, Polanco

Teléfono: 5036 6965

Horarios: Lunes a viernes de 13:30 a 00 horas. Sábado de 12 a 00 horas. Domingo de 12 a 20 horas.