El pastel del día de las elecciones es como un bocado que aprovecha la historia de Estados Unidos y se cocina en noviembre, justo antes de los comicios electorales. Preparar este delicioso postre es una celebración al amor, al patriotismo norteamericano, a la política y a la historia del país.
Este postre tradicional se sirve históricamente en los mítines y elecciones desde los comienzos de la creación de Estados Unidos. Es un pastel de fermentación ácida y endulzado con azúcar de caña sin refinar, melaza, frutos secos, brandy, vino blanco y especias. Esta receta necesita de levadura para fermentación, que se puede conseguir en línea o hacerla tú mismo.
En los inicios de la formación de Estados Unidos, el proceso electoral unió a muchas comunidades gracias a las festividades. Las familias viajaban desde los confines lejanos de sus regiones hacia el centro de los pueblos para descansar, visitar casas de los amigos, bailar, beber y holgazanear, pero también reclutar a la milicia local. Antes de que Estados Unidos se levantara en armas y se convirtiera en nación por méritos propios, estos pasteles condimentados de celebración -como se conocen ahora- eran los pasteles de las elecciones, llamados Pasteles de la Reunión (Muster Cake, en inglés).
Después de la revolución, perdió sentido que las fuerzas de ocupación se reunieran, pero los festejos se mantuvieron en el proceso electoral y estos pasteles elaborados a base especias y cubiertos de frutas se rebautizaron para celebrar las elecciones anuales.
Los pasteles del día de la elección solían ser encargados por los gobiernos locales y podían costar el equivalente actual a varios cientos de dólares, pues se hacían en grandes cantidades para que los pudiera degustar una gran cantidad de votantes.
Para mediados del siglo XIX, los estados y municipios dejaron de encargar dichos pasteles, pues lo que en un inicio representó un símbolo de cordialidad y festejo, comenzó a tener otras motivaciones, ya que se insinuaba que una rebanada de pastel podía ser mal interpretada y entenderse como un incentivo para lograr un voto directo a favor de algún candidato.
Es una receta que viene del viejo mundo, pues para preparar el pastel de las elecciones se requiere de un proceso lento que cayó de gracia, pues en la época de finales del siglo XIX los pasteles de moda se elaboraban con polvo de levadura, pero ahora esa técnica ha quedado en desuso.
Los pasteles de los siglos 16, 17 y 18 típicamente se hacían por medio de maceración o por fermentación ácida, como los panes de masa agria, mientras que los pasteles de las elecciones no se elaboraban así. Curiosamente, es gracias a estos métodos tradicionales (remojando la harina en leche agria, harina fermentada con levadura o nueces escaldadas y quitándoles la cáscara), esos nutrientes optimizados le dieron una gran aportación a estos platillos.
El proceso de sumergir y acidificar los granos de cereal es tan efectivo que los investigadores de nutrición recomiendan recuperar los métodos tradicionales de preparación de granos, como puede ser la maceración, el fermentado e incluso el germinado, pues mejoran el desempeño nutricional, nos ayudan a la masa corporal y nos hacen más resistentes a las infecciones.
Los pasteles del día de la elección se preparaban bañando y macerando la harina en leche agria y añadiéndoles grasas saludables, como mantequilla, huevos de granja y servidos con aderezo a base de vino y brandy; o melaza, pimienta inglesa, canela, nuez moscada y cilantro. Los cocineros fueron mejorando los pasteles de especias con frutos secos, especialmente la ciruela pasa, pasitas y grosellas.
Como si fueran platillos de ocasiones especiales, los pasteles del día de la elección se elaboraban en cantidades industriales. En una de las primeras recetas que se documentaron, de Amelia Simmons, se hablaba de usar tres docenas de huevos, un cuarto de galón de brandy y más de 6 kilos de azúcar. A propósito, la harina y el azúcar de esas épocas se conseguían sin refinar, pues se consideraba un lujo que solo algunos colonizadores podían pagar.
Algunas versiones modernas del pastel del día de la elección le dan la espalda al método tradicional de fermentación ácida; después de todo, el horneado de la masa agria es un arte que se ha perdido y muchos cocineros actuales no tienen el menor interés en ello.
Hoy son las elecciones en Estados Unidos. ¡Vayan y voten! Cuándo lo hagan, añadan la harina remojada en leche, agiten junto con las especias y el brandy y luego dense un agasajo de historia culinaria de Estados Unidos, #MakeAmericaCakeAgain.
Tiempo de preparación: 10 minutos (horno)+ 45 minutos preparación = 55 minutos.
Ingredientes:
4½ tazas de trigo o harina de trigo blanca
1¼ taza de suero de leche o leche agria
1¼ taza de levadura para fermentación, (se conoce como cultivo iniciador)
250 gramos de mantequilla
¼ taza de melaza negra
1 cucharada sopera de vino blanco
2 cucharadas soperas de brandy
2 huevos (batidos)
1 cucharada sopera de canela molida
1 cucharada sopera de cilantro
½ cucharadita de pimienta inglesa
½ cucharadita de nuez moscada recién rallada
1 taza de ciruela pasa
1 taza de pasas secas
Combina las cuatro tazas y media de la harina de trigo con 1 ¼ taza de leche agria y un cuarto de taza levadura hasta lograr una apariencia espesa que se parezca a la textura y consistencia de la masa de pan.
Forma la masa en una bola redonda, colócala en un plato hondo (bowl) y déjala reposar, cubierta, a temperatura ambiente por 8-12 horas.
Después de que la masa ha reposado por 8-12 horas, mezcla 250 gramos de mantequilla, 1 ¼ taza de azúcar de caña sin refinar, un cuarto de taza de melaza negra, una cucharada sopera de vino blanco y una cucharada sopera de brandy. Una vez que la mantequilla, azúcar, melaza y licor están debidamente mezclados y lograste una consistencia esponjosa y suave, mezcla todo con los dos huevos batidos.
Bate la mantequilla, el azúcar y la mezcla de huevo junto con la masa, añadiéndole una cuchara sopera de canela molida, una cucharada sopera de cilantro molido, media cucharadita de pimienta inglesa y media cucharadita de sal de mar sin refinar a la mezcla, hasta que el batido se parezca a ese pastel espeso que deseas, luego incorpora la fruta seca.
Pre calienta el horno a 190 grados centígrados, permitiendo que la masa se eleve el doble de su volumen mientras el horno se precalienta.
Hornea el pastel a 190 grados por unos 45 minutos hasta una hora; puedes meterle un palillo de madera en el centro del pastel, cuando salga limpio, entonces ya está listo.
Decóralo a tu gusto, sírvelo con mantequilla abundante y acompáñalo con una copa de sidra.