De la costa a la mesa: El Jardín del Pulpo

Por Animal Gourmet

Desde hace más de 30 años, en la esquina de las calles de Allende y Malintzin, se encuentra El Jardín del Pulpo, esta famosa marisquería que le ha dado de comer a cientos de miles de personas y convirtió el mercado de Coyoacán en una parada gastronómica esencial para cualquier mexicano y extranjero.

La canción Octopus’s Garden de The Beatles es la responsable del nombre de este puesto exterior del mercado, de una sola y larga mesa de plástico comunal, en donde puedes sentarte hombro a hombro con el desvelado por la fiesta o junto al niño aprendiendo a pelar camarones como su mamá. Es todo un gozo.

…generaciones de cocineros cuyo objetivo es traer a la ciudad de México lo mejor de la cocina de las costas

Ya son cuatro generaciones de cocineros cuyo objetivo es traer a la ciudad de México lo mejor de la cocina de las costas de Oaxaca, Veracruz, Tampico, Yucatán y Sinaloa. Claro, conservando los sabores, b y sobre todo buscando productos de la mejor calidad para que los citadinos puedan sentirse por un momento sentados bajo una sombrilla y los pies en la arena de cualquiera de las playas mexicanas.

Las empanadas de camarones, con salsa y limón, siempre son una buena opción.

En sus inicios, en 1978, en El Jardín del Pulpo servían únicamente pescado frito y quesadillas. Sin embargo los clientes asiduos poco a poco convencieron a los dueños de tener más opciones que degustar. Actualmente la marisquería tiene un amplio menú pero las especialidades de la casa son el huachinango, ya sea sarandeado, a la talla o a la veracruzana; los camarones gigantes al mojo de ajo; los pulpos a la gallega y lo favorito por mucho y desde siempre, los pescados fritos y las quesadillas.

Los fines de semana, los 90 lugares de El Jardín del Pulpo suelen estar ocupados

Los fines de semana, los 90 lugares de El Jardín del Pulpo suelen estar ocupados, ¡pero no te vayas! Bien vale la pena esperar en la calle viendo y ver pasar al vendedor de juguetes tradicionales mexicanos, lustrarse los zapatos con el bolero de toda la vida o asignarle la responsabilidad a un pajarito en una pequeña jaula de madera de leernos el futuro, para probar un coctel de camarón, un ceviche campechano o un gran Vuelve a la vida.

¿Que fuiste en un día lluvioso? También se antoja un caldo de camarón o la afamada sopa de mariscos bien caliente. Si ya te lo estás saboreando, no dudes en pasar por ahí.