Si el cielo tuviera sabor seguramente sería el del chocolate. Nada se compara con un buen pastel esponjoso, una barra de amargo –con almendras o nueces macadamia, nuestros favoritos-, una taza de humeante líquido espeso o unas galletas recién horneadas con chispas que se derriten en cuanto das el primer bocado.
Nadie mejor que el chef Luis Robledo de Tout Chocolat y director de la Chocolate Academy de Barry Callebaut para sugerir las mejores maneras de disfrutar un pedazo de cielo llamado chocolate en ocho formas distintas.
Te retamos a no salivar.
Luis sugiere algo muy clásico: con una copa de Pinot Noir y un poco de crema chantilly -no muy montada ni muy azucarada- sobre el pastel. “La grasa de la crema y el vino suave con una ligera acidez y notas a frutos rojos es una combinación sublime”, dice.
Simple. Un café con leche, bien cargado, con un toque de crema montada.
“Va de maravilla con una cerveza N’ice Chouffe, oscura, fermentada en barril y en botella y con notas a especias. Un maridaje perfecto para un 70% bien robusto en cacao”, recomienda Luis.
Agrega un toque de jengibre al chocolate caliente y puedes disfrutarlo con unas naranjas confitadas bañadas en chocolate oscuro, para Luis, “una combinación clásica y atemporal”.
Si es una trufa tradicional cubierta con cacao en polvo, escoge un mezcal ligeramente ahumado con un toquecito de sal de gusano.
Disfrútalo con una copa de ron Zacapa 23 con un hielo. “Sus notas acarameladas, de miel, maderas y frutos deshidratados le van excelente”, dice Luis.
A Luis le encanta comer estos chocolates ¡con una manzana verde bien fría! Así, a mordidas, alternando la manzana y el chocolate.
Luis come el helado de chocolate oscuro de dos maneras completamente diferentes. Por un lado, con frambuesas recién cortadas: “es fresco, ligero y se balancean perfectamente”, asegura; por el otro, el helado con trocitos de tocino frito. “¡Esto es uno de los placeres que no sabías que existían pero que te enganchan para siempre!”
Aunque parezca lo contrario, los mexicanos consumimos solo 750 gramos de chocolate per cápita ¡al año!, según la Asociación Nacional de Fabricantes de Chocolate (Aschoco).
La mayoría de las golosinas y polvos que compramos no cumplen con el porcentaje de sólidos de cacao requeridos para ser considerados chocolate. Lo que compramos contiene más azúcares, saborizantes artificiales y grasas hidrogenadas que manteca de cacao.
Cuando compres chocolate, revisa la etiqueta y sus ingredientes. Aquí te decimos qué debes tomar en cuenta.
Ahora sí, ¡a disfrutar de buen chocolate!