Seis cucharaditas: ese es el máximo de azúcar agregada por día que la Organización Mundial de la Salud (OMS) recomienda consumir.
Y si piensas que alcanza con contar las cucharaditas que le pones al café en la mañana más algún gusto dulce durante el día, como te mostramos en este video, te equivocas.
La comida salada procesada también contiene azúcar agregada y a veces con un solo plato puede llegar a superar lo recomendado para todo el día.
Uno de los desafíos para controlar el consumo de azúcar es detectarlo en las etiquetas nutricionales de los alimentos, ya que puede aparecer bajo diferentes nombres.
Según el Servicio Nacional de Salud de Reino Unido, hay más de una docena de nombres que hacen referencia al azúcar, como fructosa, glucosa, sacarosa y melaza.
Para evitar que el consumidor tenga que hacer cursos avanzados de química para entender la información nutricional de los alimentos, la Administración de Medicamentos y Alimentos de Estados Unidos anunció en mayo que el formato de las etiquetas será modificado en el país.
A partir de julio de 2018, el azúcar agregada se mostrará de forma individual y estará expresada en gramos y en porcentaje en función de una dieta de 2.000 calorías.
Estos son los sorprendentes niveles de azúcar que contienen tres ejemplos de alimentos salados:
La cantidad de azúcar que comemos es fundamental para tener una buena salud.
Desde fines de los años 80, la OMS aconseja que el consumo de azúcar agregada (distinta a la que existe de forma natural en las frutas, verduras y leche) no supere el 10% o 50 gramos de la ingesta calórica total diaria.
Sin embargo, el año pasado dio un tibio pero importante paso más al recomendar que, “de ser posible”, esa cantidad debía bajar a la mitad: 25 gramos.
“Tenemos evidencias sólidas de que reducir a menos del 10% el consumo diario de azúcar agregada disminuye el riesgo de sobrepeso, obesidad y caries”, dijo al lanzar los nuevos lineamientos Francesco Branca, director del Departamento de Nutrición para la Salud y el Desarrollo de la OMS.
Y confirmó que “muchos de los azúcares que consumimos hoy en día están ‘escondidos’ en alimentos procesados que usualmente no son considerados dulces”.
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