Para comprar, para comer o para las dos cosas. Para las amas de casa y también para los turistas, estos son los mercados más animados de España, ¿Quién da la vez?
Rambla, 91. Tel.: 93 318 25 84
Tiene el corazón partío entre los turistas y los clientes de toda la vida. Todos lo conocemos como La boquería pero en realidad se llama Mercat de Sant Josep y se ha convertido en una atracción turística más. Bajo la estructura metática diseñada por Miguel de Bergue en 1914, una amalgama de paradas tradicionales (los negocios pasan de padres a hijos) entre las que se cuelan vendedores de zumos y brochetas de frutas exóticas.
Nos gusta porque las paradas siguen siendo auténticas -aunque cada vez van quedando menos- y a pesar de la presión turística no ha perdido el espíritu de plaza de abastos. Los puestos de pescado son un espectáculo, aunque las pescaderas a veces increpan de malos modos a los turistas que miran y no compran. Uno de los puestos más llamativos es el de setas, el famoso Petrás en Otoño es el delirio.
También hay uno muy simpático de huevos ecológicos, y nuestros favoritos: los de bacalao de Carmen Gomá. Un día cualquiera es posible encontrarse con Ferran Adrià desayunando en el bar Pinotxo, o tomándose un pincho de tortilla de berenjena en Quim de La Boquería.
Erriberra Kalea. Tel.: 944 790 695.
Este mercado aguanta lo que le echen: tras riadas, la más importante en 1983 que lo dejó medio destruido. Con 10.000 metros cuadrados es el más grande de Europa (claro, de Bilbao tenía que ser). En él los bilbaínos se abastecen de casi cualquier producto, hay poco turista y mucho cliente local. Después de la última reforma, finalizada hace algo más de un año ha quedado precioso.
A los puestos se han sumado bares y restaurantes, con lo que la oferta de “comprar” se ha ampliado también a “comer”. Cosas de los nuevos tiempos, como el servicio de compras on-line con entrega a domicilio. Lo más concurrido, a parte de los puestos, La Ribera, un local ubicado en los bajos donde se puede hacer casi de todo, desde comer algo informal a escuchar un concierto de jazz.
Paseo de la Victoria, s/n. Tel.: 957 29 07 07
En su misma página web lo reconocen: es un ‘Mercado gourmet para comer en Córdoba’. Aunque hay algún puesto donde se puede comprar, lo habitual es ir a comer, a beber y a vivir el ambiente cordobés, más animado si cabe durante los concursos y talleres que organizan.
Entre sus mejores puestos: La Salmoreteca, para comer desde los salmorejos más clásicos hasta los más novedosos de corte creativo; y Raza Nostra, una hamburguesería en la que se puede comprar y llevar a casa o comer en el momento la carne que elijas de entre una selección de más de 30 variedades de hamburguesa. Abre hasta bastante tarde y por las noches sirven copas.
Calle Doña Blanca, 8.
El edificio, construido en 1885 es precioso. Su estructura de hierro forjado, es en pequeño un remedo de la de los grandes mercados españoles. Los jerezanos no dicen voy al mercado, para ellos es La plaza, y así lo llaman. Concentra más de 100 puestos y solo un bar.
Es un mercado chapado a la antigua, que concentra a buena parte de la población jerezana a la hora de hacer la compra: aquí mucho comprar y poco comer, salvo que te lo comas crudo. Lo que más abunda las pescaderías y las fruterías, y no hay ni una sola bodega. Paradojas de la vida.
Málaga
Mercado Central de Atarazanas
Calle Atarazanas, 10.
Quién iba a pensar que podían combinar tan bien una puerta-arco principal de la época nazarí, s. XIV, con una estructura interior inspirada en los mercados parisinos de principios del siglo XX. Pero así es, y lo mejor de todo es que bajo la preciosa estructura de hierro forjado se esconden buenos puestos,
Entre sus muchos puestos de pescados, carnes y embutidos, hay un punto de encuentro para turistas y locales. El Bar del Mercado es ya un centro de peregrinación para los que quieren probar los productos del mismo. Lo que más éxito tiene: los pinchos de gambas, atún o pulpo y, cómo no, los platitos de pescaíto frito.
Calle de la Merced, 1. Tel.: 952 60 88 21
El de la Merced es uno de los ejemplos de mercado a medio camino entre mercado de abastos y sitio de tapeo. Tiene buenos puestos de producto -17-, pero su zona de bares y barras es infinitamente más completa, con 22 puestos de degustación. Está recientemente reformado y se ha llenado con gastrobares e híbridos culinarios con un aire moderno.
Entre lo más curiosos de su oferta están el bar Lemon, un emblema de la noche malagueña durante los años 80 y 90, que recupera aquí su lugar entre el público de la ciudad.
Taninos, el local de un grupo de jóvenes sumilleres que apuestan por los vinos originales y con corazón; y Arequipa, lo último de Diego Gallegos, el cocinero del estrellado restaurante Sollo, en Fuengirola; en su puesto en La Merced se deja llevar por sus raíces latinas y hace una cocina de fusión peruana, aunque él sea brasileño, con pescados de río.
Plaza de San Miguel, s/n. Tel.: 915 42 49 36
A San Miguel lo salvó el turismo. Cuando el mercado, con su preciosa estructura de finales del 1.800, languidecía, un grupo empresarial lo compró, lo rehabilitó y lo puso en órbita. Un mercado para los nuevos tiempos, donde no solo se compra si no que también se come.
San Miguel es el mix perfecto, puestos en los que se puede comprar pero en los que también sirven comida. Carrasco, emblema del cerdo ibérico, en su puesto lo mismo te vende un jamón que te hace un bocadillo. Así que ahí anda a mitad de camino entre mercado y food hall. Atiborrado de turistas, nacionales y extranjeros, y con poquitos madrileños acodados en las barras.
Ostras, quesos, croquetas, caramelos… De todo y para todos. Entre los puestos más curiosos están: Mozheart, especializado en quesos italianos; Paella y olé, la favorita de los turistas en todas y cada una de sus versiones; y Ostras Daniel Sorlut, bivalvos llegados directamente de Bretaña.
Calle Augusto Figueroa, 24. Tel.: 91 330 07 30
En la planta baja están las tiendas, en las altas los restaurantes, incluida la terraza que es una de las más solicitadas las calurosas noches de verano en Madrid. Una gran estructura de hormigón, en pleno barrio de Chueca, que nació -una vez demolido el mercado original- con el objetivo de servir un poco para todo aquello relacionado con la comida, incluidas exposiciones, catas, etc.
Como el barrio es de lo más variado y cosmopolita, la misma mezcla se encuentra a la hora de hacer la compra: abuelas de toda la vida, parejas jóvenes, gays, extranjeros, estudiantes y cada vez más turistas…
Hay buenas pescaderías, panaderías, tiendas de queso y charcuterías. El original ya fue famoso, don Benito Pérez Galdós lo citaba en su novela Fortunata y Jacinta. El nuevo lo será también, pero de otro modo.
Calle Ayala, 28. Tel.: 91 435 07 43
El mercado del Barrio de Salamanca, inaugurado en 1882 lucha por no perder su identidad en medio del trajín de turistas que pasean por el barrio viendo los escaparates de las tiendas de moda.
Sigue siendo un mercado de verdad, de los de antes, pero un mercado de tronío, de barrio pudiente, por eso las pescaderías, las carnicerías y las fruterías enseñan el género en sus mostradores tan bien expuesto que paracen joyerías. Hay una puja silenciosa con otro mercado el de Chamartín, que aunque ofrece la misma -si no mejor- calidad de productos está mucho menos animado por una cuestión de ubicación.
Ahora los aledaños se están llenando de locales y pastelerías como Mamá Framboise, que tiene en este mercado un pequeño stand de macarons, pastelería y bollería.
Para tomar un tentempié o hacer una comida informal Casa Dani, famoso por sus tortilla , su ensaladilla y sus guisos de caracoles.
Calle Verónicas s/n. Tel.: 968 906 900
Construido entre 1912 y 1916 es uno de los edificios más imponentes de la capital murciana, obra modernista de Pedro Cerdán que se alza justo donde se encontraba la antigua puerta de Aduanas. En su interior se esconde lo mejor de la huerta de Murcia y tres bares o cantinas en ls que se cocina lo que se compra en los puestos.
Los sábados se convierte en el punto de reunión de buena parte de la población, que viene a comprar y de paso tomar el aperitivo, las famosas marineras de ensaladilla rusa, entre otras cosas. Por las mañanas, si se madruga se peude asistir al montaje de los puestos y la recepción de mercancías.
Además de los productos de la huerta, hay buenos puestos de salazones (huevas de mujol, mojama, etc), embutidos y quesos murcianos. Apuestan claramente por el producto local y el KM 0. Entre las novedades están sus envíos a domicilio y la posibilidad de hacer la compra en el mercado a través de su web.
Plaza 19 de Octubre s/n Tel.: 985 20 43 94
En una de las zonas más bonitas del casco histórico de Oviedo está este mercado coqueto y colorista, igual que la ciudad. Aquí no hay turistas, apenas, aunque todos deberían de pasear entre sus puestos para comprobar la calidad del producto autóctono: carnes, pescados, verduras, quesos…
En la plaza ya se vendían frutas en el siglo XIII, pero hasta 1885 no se construyó el edificio que después se rehabilitó en 1999. Junto a los puestos de venta hay algún bar donde se puede almorzar o tomar el aperitivo.
Además el mercado organiza actividades -gastronómicas o no- como clases de cocina para niños o el CachopoExperience que tuvo lugar el año pasado.
No es el único de Palma (está el elegante Mercado de El Olivo) pero es el más bohemio, el que más nos gusta, por algo dicen que este barrio es el SoHo de Palma. Pero sobre todo nos gusta porque además de comprar se puede comer muy bien enJoan Frau.
No hay rincón más animado desde la mañana al medio día que este bar de mercado, con solo un par de meses donde probar guisos tradicionales mallorquines y cocas estupendas de la mano de Pedro, Biel y Mario.
Entre la clientela un poco de todo amas de casa, veraneantes, extranjeros afincados, turistas cámara en mano… Muchos productos de la isla, sobre todo pescados y verduras. También aceites y vinos. 50 puestos entre los que pasear, preguntar y descubrir muchas cosas sobre la gastronomía mallorquina.
Aunque el edificio es imponente, con sus enormes vidrieras, y está declarado monumento histórico-artístico, el espectáculo está en los puestos de pescado de la planta baja a los que llega lo mejor de las lonjas cántabras.
Fuera en la plaza que lleva el mismo nombre del mercado, en temporada se instalan las caseras que llegan desde las aldeas a vender los productos de la huerta bajo toldos de color azul, otra imagen para retener en la retina.
Se remodeló en 2010 y cuenta con 80 puestos dedicados a la alimentación. Los sábados por la mañana se llena de gente avída por comprar, a pesar de que no hay ni un solo bar donde tomar un café o una cerveza.
Mercado de Abastos Santiago de Compostela
Rua Ameás, s/n. Tel.: 981 583 438
Dicen que es el segundo lugar más visitado de Santiago de Compostela y es que muchos peregrinos, tras llegar a su destino, hacen parada en el espectacular edificio que aloja a 369 puestos y que se encuentra a pocas calles de la Catedral de Santiago de Compostela.
A este mercado se acude, fundamentalmente, a comprar. Especial atención merecen sus pescaderías, más de 20, sus verdulerías y Divina, la panadería.
Para comer en el mercado: Abastos 2.0, pionero en su modelo, un espacio gastronómico que mezcla lo clásico del mercado de abastos con su carta moderna basada en el mejor producto. No tienen cámara, para qué, están en el mercado
Mercado de Nuestra Señora de África, La Recova
Avda. de San Sebastián, 51. 922 21 47 43
Es el mercado central, y el más grande, de Tenerife y aglutina dos ambientes. Por un lado, los puestos donde los tinerfeños compran cada día y, por otro, los patios centrales donde salen a comer y a beber. Está especializado en frutas , verduras y pescado.
Las papas son las reinas, tanto las antiguas canarias como el resto de variedades que se cultivan en la isla. También las frutas exóticas y las hierbas aromáticas como el azafranillo canario. Hay muy buenos puestos de quesos de las islas y de mieles de Tenerife.
En la planta sótano se esconde Nicomedes, un espectacular puesto de pescado donde además de venderlo se puede degustar: ostras, marisco, latas de conservas, acompañadas de un buen vino canario o una copita de champán.
En la calle, a la vuelta de la entrada principal La tasca de la Bodega, el lugar ideal para almorzar o tomar el aperitivo, tapas estupendas y buenos vinos.
Plaza Ciudad de Brujas, s/n. 963 82 91 00
Uno de los puertos más importantes de España, Valencia, no podía dejar de tener uno de los mayores mercados de abastos.
Aunque no es el único en la ciudad, el Mercat Central es el más bonito e imponente, no solo de Valencia, sino de España -basta contemplar la belleza de su estructura de hierro, la altura de las columnas y el tamaño de los arcos- y uno de los pocos que sigue funcionando como un mercado de los de antes, aunque los turistas se empiezan a notar.
Los viernes y sábados por la mañana la actividad es enorme, miles de personas se acercan hasta aquí para hacer la compra semanal. Con alrededor de 400 comerciantes independientes, el mercado sigue siendo un potentísimo motor comercial de la ciudad.
Merce la pena pararse en los puestos de embutidos con sus butifarras blancas y negras, en las verdulerías donde venden garrofo para la paella o en los puestos de anguilas y caracoles vivos, en los que las amas de casa se proveen de las afamadas baquetas, con que se da sabor al arroz.
Si lo que buscas es tomar algo después de recorrer sus más de 8.000 m2, el lugar es Central Bar, la barra que Ricard Camarena tiene en el mercado. Una apuesta segura en la que se puede disfrutar de la comida casera, auténtica y desenfada. el mejor sitio, sin duda, para almorzar.