Hace tiempo recibimos la horrible noticia de que el tocino puede producir cáncer. Los vegetarianos y amantes de las dietas saludables no dejaron pasar ni un día para burlarse y atacar a quienes aman el delicioso sabor y aroma del tocino. ¿Pues saben qué? ¡Sus dietas vegetarianas y sus ensaladas de lechugas dañan al medio ambiente!
Así es, de acuerdo a un estudio de la Universidad de Carnegie Mellon en Estados Unidos, comer una lechuga genera más daño al medio ambiente que comer unas tiras de tocino.
En esta esquina… ¡Laaaaas lechugas!
Alimentos como las frutas, las verduras, los productos lácteos y la comida del mar tienen un consumo de recursos alto y su producción implica que sus emisiones por caloría de gases de efecto invernadero sean muy altas. Oh, deliciosa ironía.
Pero, ¿la lechuga es verde como la naturaleza? Pues sí, pero la producción de una lechuga es mucho más compleja que la de unas tiras de tocino. De acuerdo a uno de los investigadores, comer lechuga es tres veces peor que comer tocino cuando se trata de generar gases de efecto invernadero.
Otros alimentos como la berenjena, apio y el pepino requieren muchos más recursos naturales por caloría que el pollo y puerco.
… Y en esta otra, ¡el tocino!
¡Alto ahí, amantes del tocino! El estudio también encontró que la obesidad afecta al medio ambiente. Para esto, analizaron todos los recursos que son necesarios para que una semilla se convierta en alimento: siembra, transportación, empaque, almacenamiento, venta, etc.
Resulta que tener una dieta que nos ayude a controlar nuestro peso y tenga menos calorías tiene un efecto positivo en el medio ambiente, pues se reduce el consumo de energía, agua y emisiones de gases de efecto invernadero en un 9%. Pero, comer los alimentos que se relacionan como saludables (frutas, vegetales, lácteos) aumenta las tres categorías: consumo de energía (38%), consumo de agua (10%) y gases de efecto invernadero (6%).
En resumen, lograr el equilibrio perfecto entre una dieta balanceada para nuestro cuerpo y para el planeta no es algo nada fácil. Así que esperamos tener muy pronto una dieta que sea buena con nosotros y también con la Tierra.
Encontramos que las lechugas también son alimentos del mal en Carnegie Mellon University.