Sé sincero. Al entrar a un restaurante y ver en el menú que la cantidad de calorías del platillo que vas a elegir es demasiado alta, ¿haces una pausa y eliges algo más saludable?
De acuerdo con Eater, una serie de estudios revelaron que mostrar las calorías de los alimentos –por altas que éstas sean- no causa mucho efecto en lo que los comensales eligen comer, aunque esta tendencia está impulsando a que los restaurantes incluyan opciones más saludables en sus cartas.
En el primero de ellos, realizado por la Universidad Johns Hopkins Bloomberg de Salud Pública en Estados Unidos, los investigadores analizaron el menú de las 66 principales cadenas restauranteras de aquel país, donde aún no es ley en todos los estados que los establecimientos tengan que mostrar la cantidad calórica de sus comidas.
La investigación arrojó que los platillos de los restaurantes que voluntariamente mostraron las calorías de sus productos, resultaron tener en promedio 140 calorías menos que aquellas que no decidieron mostrarlas. En 2014, el promedio de calorías de quienes etiquetaron voluntariamente sus platillos fue de 253, mientras que quienes no mostraron esta información tenían en promedio 402 calorías por alimento.
Este estudio, publicado en la edición de noviembre de la revista Health Affairs, explica la posibilidad de que los restaurantes hayan disminuido las calorías de sus alimentos antes de mostrarlas o que en realidad hayan servido alimentos bajos en calorías desde antes de hacerlo y eso los motivó a publicarlas.
En el segundo estudio, puesto en marcha por el Centro Médico Langone de la Universidad de Nueva York, los analistas observaron a 7 mil clientes de comida rápida de aquella ciudad en la que por ley, desde 2008, se debe mostrar la cantidad de calorías por alimento en el menú de los restaurantes.
La conclusión fue que etiquetar las calorías de los alimentos no evita por sí mismo que la gente elija alimentos que sobrepasan la dieta diaria recomendada para un adulto. Este resultado concuerda con el arrojado por un estudio similar realizado por la Universidad Carnegie Mellon en 2013.
Ante esto, los investigadores concluyeron que no es suficiente mostrar las calorías de los alimentos para evitar el sobrepeso, sino que es necesario tomar otras medidas políticas para atacarlo. Un estudio anterior al de la Universidad Johns Hopkins propuso mostrar la distancia en millas que la gente tendría que correr para quemar las calorías de sus alimentos para que los comensales pudieran tomar decisiones más inteligentes sobre el menú.
En México, McDonald´s muestra desde 2013 en sus tableros el contenido calórico de cada uno de los alimentos que ofrece en su menú.
Por ejemplo, una hamburguesa doble con queso tiene 388 calorías, unas papas a la francesa grandes tiene 412, un refresco Sprite grande tiene 397 y un Sundae de chocolate, 273. Es decir, en un combo completo más postre, una persona consume unas 1,470 calorías.
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Un año después, en 2014, Starbucks en México anunció que también transparentaría el contenido calórico de sus bebidas y alimentos.
Un café americano, por ejemplo, tiene cero calorías, pero un Caramel Macchiato grande tiene 250, un té chai latte tiene 230, un pastel de chocolate 390, un muffin de plátano 350 y un panqué integral de linaza 340 calorías.
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Con esa información, ¿cambiarías tus hábitos alimenticios?