Este postre fresco —ideal para verano, aunque perfecto para cualquier temporada— es bastante sencillo de preparar. Sus ingredientes son prácticos, siempre están a la mano y nada costosos. Para la fruta fresca toma una caminata al mercado para encontrar cítricos de temporada.
La receta que hemos ofrecido una y otra vez a amigos es con mandarinas, pero en realidad funciona de forma muy similar, siempre con un increíble resultado, con naranjas, clementinas o nectarinas.
Si no tienen vinagre balsámico dense una vuelta por supermercados o tiendas gourmet, pues lo pueden utilizar para acompañar un sinfín de platillos. De preferencia elijan el de Módena —que cuenta con denominación de origen— y está elaborado con distintas variedades de vinos blancos y tintos de la región de Emilia Romana.
Los ingredientes se mezclan en un bowl y se dejan reposar aproximadamente media hora. Se sirven en bonitas copas o vasos a temperatura ambiente y al servir se espolvorean con un poco de azúcar glass por encima y acompañado con un par de hojas de menta.