Regresemos a los días en que en la secundaria nos pedían hacer maquetas para aprobar Ciencias Naturales y teníamos que recrear ecosistemas y volcanes con lava. Ahora, combinemos eso con nuestra gran pasión, la comida.
Tres personas se unieron para crear un volcán artificial y hacer una parrillada con su lava, el escultor Robert Wysocki, el geólogo Jeffrey Karson y el chef Sam Bompas. Cocinaron carne, salmón, salchichas y por supuesto, bombones.
Este proyecto surgió originalmente para estudiar la lava de una forma más segura. Los geólogos de la Universidad de Syracuse construyeron un horno que calienta la roca balsáltica de más de un millón de años, hasta que se derrita a mil 650 grados C.
Todo dio un giro inesperado cuando al chef Bompas se le ocurrió utilizar esta lava para hacer un aparrillada. A diferencia de un horno convencional cuya máxima potencia es 400 grados C, la lava permite que los alimentos estén listos a poco más mil grados C.
La temperatura de la lava hace que el exterior de la carne quede carbonizada pero en su interior guarda un término medio, además de que el sabor no se altera debido a los gases como sí pasa con el carbón y se cocina rapidísimo.
Pero mejor, ve el video.