El fenómeno de El Niño, pronosticado para este año, podría afectar los mercados de alimentos a nivel global.
Si se manifiesta con fuerza, puede provocar un aumento en los alimentos básicos como el arroz, el café, el azúcar y el cacao, según explicaron científicos.
Los pronósticos concuerdan en que el efecto de El Niño, que da lugar a sequías e inundaciones, está en camino en el Océano Pacífico.
Para junio, se espera que se reduzca el nivel de precipitaciones en India y África Occidental.
“Probablemente, habrá al menos un El Niño moderado este año”, señaló Adam Scaife, de la Met Office, como se conoce a la oficina meteorológica de Reino Unido.
“Hay acuerdo entre distintos centros meteorológicos de que está llegando”.
Según Scaife, hay un 70% de posibilidades de que un moderado El Niño llegue hacia finales de año. Es probable también que provoque sequías y arruine cosechas.
“Solemos ver un aumento promedio de entre el 5% y el 10% en productos como el café, los granos de soja y el cacao”
Si bien aún es temprano para determinar su severidad y si persistirá a lo largo del año, si es fuerte tiene el potencial de “afectar los mercados de alimentos globales”, afirmó Nick Klingaman, experto de la Universidad de Reading, en Reino Unido.
En opinión de Klingaman, las plantaciones de café en Brasil que “ya están a punto de colapsar” podrían arruinarse, mientras que la falta de lluvias en Australia podría afectar los cultivos de banana y caña de azúcar, así como al ganado.
En 2002, un El Niño moderado se combinó con un monzón más seco de lo normal en India y se perdieron cosechas enteras de maní y arroz.
“Históricamente, El Niño han tenido un impacto global en el precio de los alimentos”, señaló Klingaman.
“Solemos ver un aumento promedio de entre el 5% y el 10% en productos como el café, los granos de soja y el cacao”.
El Niño ocurrido hace cinco años generó una temporada monzónica con menos lluvias en el sudeste asiático, sequías en Australia, Filipinas y Ecuador, tormentas de nieve en Estados Unidos, olas de calor en Brasil y copiosas inundaciones en México.
Para Eric Guilyardi, profesor de la Universidad de Reading, los modelos actuales apuntan a un evento similar en escala al ocurrido en 2009/2010, pero intenso como el de 1997/98, que fue particularmente extremo.
No obstante, advirtió que “cada El Niño es diferente, por eso su impacto es diferente”.
El calentamiento de zonas del océano también hará sentir su impacto en las temperaturas globales.
“Las temperaturas globales son muy altas y esto se lo podemos atribuir, en parte, al desarrollo de El Niño en este momento”, explicó Scaife.
El fenómeno de El Niño consiste en calentamiento del Océano Pacífico que forma parte de un ciclo complejo que vincula a la atmósfera y el océano.
Esto se produce cada entre dos y siete años como parte de un ciclo natural.
Investigaciones recientes señalan que El Niño de intensidad extrema ocurrirá con mayor frecuencia a medida que aumentan las temperaturas.
Los modelos indican que el cambio climático podría duplicar el número de El Niño extremos después de 2050.
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