Un equipo de investigadores integrado por El Consejo Superior de Investigaciones Científicas en España (CSIC) y la Universitat Politècnica de València (UPV), se dio a la tarea de crear un yogurt con una alta capacidad saciante, como una estrategia para la alimentación en el futuro, según informa el diario El Confidencial.
Esta serie de nuevos yogures poseen un alto contenido en proteínas y son capaces de satisfacer el hambre de manera óptima, de acuerdo con los resultados del estudio publicados en la revista Food Research International.
En el laboratorio, los científicos evaluaron seis formulaciones experimentales de yogures, de las cuales, aquella que incluía una cantidad extra de leche desnatada en polvo y un almidón especial, sobresalió debido a su alta capacidad saciante.
Según han informado ambos centros, esta investigación abre paso al diseño de futuras estrategias de control alimentario. Sobre lo anterior, la profesora del CSIC y coordinadora del proyecto, Susana Fiszman, explicó que existe una necesidad real en el mercado de formular alimentos que ayuden a controlar el apetito.
El componente estrella en esta investigación fueron las proteínas, ya que como menciona Isabel Hernando, investigadora del Grupo de Microestructura y Química de Alimentos de la UPV, la proteína es el macronutriente más eficaz para proporcionar un efecto saciante. Esto significa que el consumo de productos lácteos con mayor contenido protéico puede ayudar a controlar la ingesta excesiva de alimentos.
En el estudio, los investigadores evaluaron seis tipos diferentes de yogurt. En el primero añadieron leche desnatada en polvo, en el segundo incorporaron proteína de suero de leche y el tercero lo usaron como “yogurt control” es decir, sin proteína añadida. Para obtener los tres restantes, añadieron el dos por ciento de almidón a cada uno de los anteriores para obtener una textura más cremosa.
Más de cien consumidores participaron en pruebas sensoriales para determinar la capacidad saciante de cada uno de ellos. El que mejores resultados arrojó fue el formulado con leche desnatada en polvo y almidón.
Isabel Hernando explicó que debido a que la percepción de la capacidad saciante aumentó cuando añadieron almidón al yogurt, este componente podría ser una gran herramienta en los productos lácteos.
De igual forma, los investigadores también analizaron la manera en la que la percepción sensorial influye en la sensación de saciedad. Los estudios arrojaron que entre más denso, compacto y cremoso, la experiencia era mucho mejor.
Los investigadores de la UPV y el CSIC siguen trabajando en el diseño de nuevas estrategias de adición de ingredientes saciantes a los alimentos cotidianos, como los pasteles de queso. Esta sería tal vez, una buena forma de controlar la obesidad y los excesos a los que sometemos a nuestro cuerpo.