El concepto es sencillo e invitador. Pizzas elaboradas con ingredientes de alta calidad, —sin contar el número de champiñones o rebanadas de jamón— y buena masa. Ahí radica el encanto de lo simple de Central de Pizzas.
Hace tres años, en 2012, el maestro pizzero Ramiro Fernández abrió un lugar cuyas pizzas poco a poco ganaron adeptos y hoy día presume de tener seis sucursales —en las colonias Escandón, Narvarte, Nápoles, Roma, Cuauhtémoc y Polanco— y dos más por abrir en Satélite y San Jerónimo.
“Ramiro conceptualizó el negocio para traer a México el modelo de la pizza argentina hace tres años. Cuando uno piensa en Argentina piensa en cortes de carne pero en la calle, en cada esquina hay un puesto que vende rebanadas de pizza y eso es lo que se busca”, dijo Eduardo Narváez, socio de Central de Pizzas.
Por ello, para reforzar la idea de familiaridad y pertenencia, cada una de las sucursales está ubicada en una esquina. “Cuando abrimos se busca el mismo esquema de local para que la ubique como una pizzería del vecindario”, explicó Eduardo Narváez.
El hecho de que se trate de una pizzería de cadena puede espantar a más de uno. Sin embargo el cuidado que ponen a los ingredientes y a la elaboración es lo que distingue a Central de Pizzas de otras compañías.
“Los ingredientes de calidad son la diferencia con otras cadenas; en ningún otro lado encuentras una pizza con pancetta y espárragos. Ofrecemos una pizza más gourmet, con más elaboración y mejores ingredientes. Por eso nuestros precios son más caros, pero la calidad de nuestros ingredientes es mayor”, aseguró Eduardo.
Por ejemplo, el queso se produce en México y para lograr la consistencia perfecta de la mozzarella argentina, Ramiro Fernández, dueño de Central de Pizzas, trabajó con el proveedor en la capacitación del personal. Además se les apoyó económicamente para abrir una fábrica, así como para establecer procesos de producción. El resto de los productos que utilizan también son mexicanos.
Resulta una obviedad escribir que la estrella del lugar es la pizza, pero así es. De entrada ofrecen dos opciones: la de piedra —con masa delgada y crujiente— y la de molde —cuya masa es más gruesa y esponjosa—. Después hay que elegir entre la variedad de combinaciones como la Margarita, Napolitana o Australiana, que ofrecen con ingredientes como: espárragos, arúgula, jamón serrano, provolone, tomate, lomo canadiense, champiñones, pimiento morrón, huevo —nunca lo subestimen en la pizza— y muchos más.
Sin embargo, según Luis, mesero de la sucursal Escandón, las favoritas entre los vecinos son las de jamón con provolone y arúgula con jamón serrano pues son las más pedidas.
Otro platillo estelar de la carta es la milapizza, una tremenda milanesa de pollo, res o cerdo con salsa de tomate, mozzarella y cualquier combinación de ingredientes de las pizzas que ofrecen en el menú. Una orden basta para dos personas o una de buen diente.
Las pastas y la variedad de salsas tampoco tienen pierde. La oferta aumenta con las empanadas, fugazzetas, focaccias y calzones pero si lo tuyo no son los carbohidratos, una buena ensalada es la opción. Para pasar el bocado hay lo de siempre con la adición de cerveza importada —la uruguaya Patricia en versiones Porter y Lager—, así como las artesanales Minerva y Tempus. La opción más sana es el agua de pantano, un agua fresca de pepino con albahaca.
Y si preguntan a quien esto escribe si vale la pena olvidar que Central de Pizzas es una cadena para darse un gusto, pasar un buen rato con los amigos o llenar el estómago de los periodistas durante un día de elecciones: absolutamente sí, cada quesuda migaja.
Sitio web: www.centraldepizzas.com
Twitter: @centraldepizzas
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