Son una maravilla, combinan perfecto con un sin fin de ingredientes y son la estrella de varios platillos deliciosos. Pero debemos saber que los hongos tienen sus particularidades y si no usamos las técnicas correctas para cocinarlos, nuestras recetas no serán tan gloriosas como las planeamos.
Primero lo primero, ¿cómo se limpian? Este tema puede terminar en un debate de horas, nosotros les contaremos la técnica que empleamos:
1. Poner los hongos en un colador y mojarlos de manera rápida para humedecerlos bien.
2. Limpiarlos con un repasador o servilleta sin ponerles mucha presión para eliminar el exceso de tierra.
3. Una vez limpios no necesitan estar cerca del agua a menos que se conviertan en sopa.
Lo anterior debido a que los hongos se componen en su mayoría de agua y suele sacar mucho líquido cuando los cocinamos, pero existe una técnica para hacer que suelten poca agua y se doren perfectamente.
Para esto necesitan tener una sartén bien caliente, al bregar los hongos lo mejor es no moverlos mucho y nunca agregarles sal ya que empezarán a deshidratarse y nunca dorarán.
Si lo que buscamos en cambio es que sus jugos salgan, la sal juega un papel fundamental y deberán agregarla al principio de la cocción.
Los hongos no se consideran ni vegetales ni frutos, pertenecen al reino fungi. Existe una gran variedad de ellos, aunque algunos pueden llegar a ser peligrosos para nuestra salud. Les presentamos tres que son muy nutritivos, sabrosos y fáciles de conseguir todo el año.
Champiñón
Es sin duda el más común de todos los hongos, tienen riboflavina, ácido pantoténico, niacina, selenio, cobre, potasio, tiamina, zinc y manganesio.
Se sabe que los fitoquímicos de estos hongos son muy buenos para la salud, existen estudios que demuestran que tienen propiedades antivirales.
Shiitake
El shiitake es un aliado de nuestra salud pues es una buena fuente de ácido pantoténico, cobre, selenio, vitamina B6, riboflavina, niacina, zinc y manganeso.
El elemento estrella de este hongo se llama beta glucano y tiene propiedades antioxidantes que protegen las células y ayuda a bajar los niveles de colesterol en la sangre.
Hongo ostra o setas
Es rico en beta glucanos, que en conjunto con la lovastatina, también presente en la seta, ayudan a disminuir el colesterol en la sangre. Por si fuera poco estimula el sistema inmune.
Para que los platillos queden perfectos se debe limpiar los hongos con mucho cuidado. // Foto: Dendroica cerulea (Creative Commons)
La próxima vez que tengan frente unos hongos ya sean champiñones, setas o cualquier otro recuerden que con un poco de cariño y paciencia pueden lograr platillos ricos y sanos.
