El mundo gastronómico danés no se resume sólo al restaurante a cargo del chef René Redzepi, Noma, Dinamarca es un país dinámico y lleno de lugares donde comer, visitar y satisfacer nuestros caprichos gastronómicos.
La cerveza, el pan de centeno, el cerdo ahumado y salado, las papas y los pescados como el arenque, son ingredientes típicos de esta región que siguen teniendo un papel importante en las casas de los daneses. Platos como la sopa de cerveza, las gachas de cebada, la fritura de manzana y el tocino, son una tradición familiar que ha pasado de cocinero a cocinero.
Los desayunos de esta nación son cuantiosos y llenos de calorías para comenzar bien el día, normalmente se acompañan con con una gran variedad de quesos, carnes frías y panes muy ricos, entre ellos obviamente el rugbrød. Se trata del pan preferido de esta nación, no contiene aceite ni azúcar y es completamente integral, un pan realmente muy sano que encuentras en todos lados y que acompaña las comidas desde el desayuno a la cena.
A la hora del almuerzo, uno de los platillos que sin duda es un clásico danés es el smørrebrød, un montado de pan de centeno con mantequilla al cual se le pone diferentes cosas, ya sean camarones, salmón ahumado, arenques ahumados con yema de huevo, anguila ahumado con huevos revueltos o asado de cerdo con col, manzana y ciruela pasas, entre muchos más posibles y deliciosas opciones, pero ojo, no se trata de un sandwich.
Al culminar las comidas un kransekage no puede faltar, un pastel tradicional de manzanas doradas en mantequilla en una masa de almendras.
Sus quesos son famosos en el mundo entero, se comen durante todo del día, algunos ejemplos son el Danablu, un queso ligero azul, el Esrom semi suave de vaca que se suele usar para fundir y que marida perfecto con sus cervezas, el Castello Blue ligeramente picante, el Danbo uno de los más popoluares, y el Havarti de sabor suave con un agradable aroma y lleno de pequeños agujeros.
El cerdo es un animal realmente importante en estas tierras nórdicas, de hecho en los setentas por cada persona que vivía en Dinamarca había tres cerdos, hoy la cifra es de cinco por persona. El Flæskesteg un plato popular que lleva este emblemático ingrediente, un cerdo asado a fuego lento.
Todos estos platillos combinan perfecto con sus espectaculares cervezas, y si son de los que les gusta algo más fuerte, para quitarse el frío existe el akvavit, un destilado con 40% de alcohol, hecho de papa que se aromatiza con semillas de alcaravea, comino y eneldo.
En 2005 un grupo de cocineros, entre ellos el mismo Redzepi, decidieron examinar meticulosamente su entorno y los ingredientes que es éste proveía, y demostraron que la comida de Dinamarca no sólo era cerdo y papas, en cambio había ingredientes magníficos como el reno salvaje, el buey Mosc, más de 700 variedades de manzanas, 200 de rábanos picantes, 110 tipos de ruibarbo, 50 especies diferentes de frutos rojos, centollas, las ostras de lento crecimiento llamadas Limfjorden, el delicado lenguado, el urogallo de montaña, los cangrejos del golfo de Botnia y mucho más.
Probablemente uno de los factores que generó que hoy Noma esté en los ojos de todos, es que los grandes han puesto atención a estos ingredientes locales, ingredientes nórdicos que crecen a un lado de donde son procesados y consumidos, una ecuación que ha probado ser perfecta ya que los sabores de estos productos son sin duda espectaculares.
Esta tierra nórdica, que antes fue la casa de valientes vikingos, alberga excelente gastronomía gracias a un entorno lleno de gustosos productos y manos expertas que los aprovechan, llegando hoy a ser un referente de la alta gastronomía en el mundo entero.