Te platicamos de un truquito para mantener esos deliciosos jitomates frescos y jugosos que sólo el verano puede regalarnos y disfrutarlos en cualquier otra época del año. Esta conserva resulta muy rica si la acompañas con un buen trozo de pan, es sencilla y resulta un regalo perfecto muy gourmet.
Cortar de manera superficial una cruz en la parte de atrás de cada jitomate y sumergirlos durante un minuto en agua hirviendo. Quitar la piel y cortarlos en forma de gajos en ocho piezas, eliminar las semillas y colocar en una charola previamente aceitada.
Picar el ajo y espolvorearlo sobre los jitomates, añadir sal, pimienta, un poco de azúcar y el tomillo en rama. Llevar a un horno con la temperatura muy baja. Cocinar por un mínimo de tres horas o hasta que los jitomates se hayan empezado a deshidratar.
Sacar del horno, eliminar el tomillo y dejar enfriar. En un recipiente de vidrio con tapa previamente esterilizado colocar los jitomates y algunas hojas de albahaca, una vez lleno verter aceite de oliva cuidando siempre eliminar todo el aire que pueda quedar dentro. Cerrar muy bien y a disfrutar.